La pelea por la cuarta plaza de la clasificación está más abierta que nunca en la Primera División femenina de fútbol sala. Este puesto en la tabla es el de mayor emoción de aquí a final de temporada, puesto que este fin de semana ya se ha coronado campeón el Atlético Navalcarnero, haciendo al Alicante segundo y el Alcorcón ya tercero también de forma matemática.

A la liga le queda por lo tanto por definir las posiciones del cuarto al séptimo y qué equipo será el octavo en clasificarse a la copa de España, además del descenso.

Esos puestos inmediatamente sucesivos a los tres clubes en cabeza, tienen acento gallego. Burela, Ourense y Poio mantendrán la lucha abierta en las dos jornadas que faltan después de que las lucenses, vigentes campeonas de liga, cayeran ayer con contundencia ante el Jimbee Roldán.

Después de ser el mejor conjunto de Galicia coronándose campeonas de la Copa Xunta, las de Marcio Santos tienen en su mano serlo también en liga al acabar por encima de todos sus rivales. Para ello el cuadro conservero necesita vencer en sus dos partidos y esperar al menos un tropiezos de sus dos rivales en lo que resta de temporada.

Si bien la cuarta o la quinta posición no tienen especial relevancia a la hora de establecerse los cruces de copa (se enfrentarán entre ellos), sí puede ser importante esquivar la sexta posición para así evitar un cruce en cuartos de final contra el Alcorcón.

Cabe decir que las de Poio son las que tienen un calendario más favorable al tener que enfrentarse a dos equipos en descenso (Rioja y Rubi). Burela se medirá a Gironella y Txantrea y Ourense a UCAM y Rubi.