Tres puntos. Ese fue el balance positivo que dejó ayer el Pontevedra en el duelo con el último clasificado, el Peña Sport, un equipo que ofreció poco ante un también la escasa exigencia de los de Luisito. No se vio sobre el césped la diferencia entre los dos equipos en la clasificación.

Arrancaba el encuentro con el Peña Sport parapetado en su campo. Los granates no tardarían en averiguar el motivo por el que llegaban de colistas y antes de cumplirse los dos primeros minutos, el Pontevedra ya contaba con dos llegadas y un córner a favor. La primera ocasión clara sería antes del minuto 3, pero Jandrín no llegaría a conectar por muy poco al centro raso de Bello.

Pero el juego vistoso y ofensivo que desplegaban los granates en los primeros minutos se desvanecían. Trataba de sorprender al balón parado el Peña Sport, en su tercer acercamiento al área de Edu, Rubio cobraba su tercera falta en el minuto 14. El balón era cabeceado por Beñat, pero el portero se hacía con el rechace. La misma acción se repetiría en el minuto 19. Mostraba a balón parado sus credenciales los de Tafalla en un encuentro que había perdido ritmo en cuanto el Pontevedra dejó de dominar el esférico.

Se ponía feo el partido. El Peña Sport a penas lograba dar tres pases y al Pontevedra no le duraba el balón. En el minuto 31, en la jugada que lograba madurar los granates en mucho tiempo, Adrián ponía un gran centro que remataba Borjas en el segundo palo. El tiro se iba fuera por muy poco, pero el Pontevedra daba con el camino a seguir si quiere sacar el partido adelante. Una ilusión óptica porque el medio del campo granate no se hacía con el balón. De este modo se llegaba al descanso, tras 45 minutos en los que no se pudo ver mucho fútbol. Ni en el césped ni en el marcador se veía reflejado la diferencia entre un equipo que es quinto y otro que es colista.

Luisito buscaba un cambio y tras la reanudación daba entrada a Mouriño para tratar de ganar la batalla en medio del campo, pero seguiría sin hacerse con el balón el Pontevedra. Es más, le costaba ya no solo hacer peligro sino llegar a portería rival. El balón parecía instalado en el campo granate.

La primera ocasión de la segunda parte llegaba también de falta, pero esta vez del lado granate. Mouriño se preparaba para disparar a puerta desde una falta latera, que detenía Jorge López.

Más pólvora con Jacobo. En su primer minuto ya ponía un balón que no remataba Borjas por muy poco, pero animaba el encuentro. Parecían surtir algo de efectos los cambios. Al menos, el Pontevedra lograba alejar la línea de presión y volvería a acercarse a la portería rival. En el 74 Anxo se hacía con la ventaja en la izquierda para levantar la cabeza y centrar a Adri. Su disparo de primeras cogió potencia pero se fue por el lateral por muy poco. Le quedaban 15 minutos al partido y por primera vez en todo el encuentro, aumentaba el ritmo el Pontevedra.

El partido se desatascaría en el minuto 80. Borjas hacía un desmarque en el área y era barrido por Beñat. Penalti indiscutible y expulsión por segunda amarilla. El propio Borjas asumía la responsabilidad y su disparo por la izquierda y elevado se colaba por encima del portero para hacer el 1-0 en el marcador.

Con uno menos, se venía arriba el Peña Sport y en el 87 llegaba un balón a Jorge Rodríguez que le dejaba solo ante Edu. El cara a cara se lo llevaba el delantero para tirar a portería vacía, pero en el último momento llegaba Verdú para evitar bajo palos el tanto del empate.

En el descuento llegarían las mejores ocasiones del encuentro. En el 93 Jacobo dejaba con un gran pase solo a Borjas en el punto de penalti, pero el tiro, muy precipitado va por encima del portero. En el saque de portería, Jacobo volvería a ser el más listo de la clase, robando el balón a Garde, que se duerme, tras superar de caño al portero, logra Ezcurra sacar la pelota de entre los tres palos. Al final 1-0 para el Pontevedra, que deja 3 puntos en casa, pero malas sensaciones de juego.