El Pontevedra afronta su vuelta a la competición en 2016 con el propósito de seguir venciendo. El conjunto de Luisito despidió un 2015 en el que se celebró el ascenso a Segunda B y espera arrancar sumando otros tres puntos lejos de casa, un escenario que se le está dando bien a los granates, que no pierden a domicilio desde el 26 de septiembre. El encargado esta tarde (a las 17 horas) de tratar de romper esa racha es el Burgos, que cuenta entre sus armas para el partido una plantilla con mucha experiencia y el campo de El Plantío, que durante la semana se puso en duda de que pueda estar en buen estado para el encuentro.

Será una prueba exigente para los hombres de Luisito tras el parón navideño. El técnico deberá echar mano de rotaciones debido a la ausencia de dos jugadores importantes en la medular, como es el caso de Álex Fernández, por lesión muscular, y Mouriño, que se recupera de una apendicitis. Los dos centrocampistas estaban siendo claves en el arranque del Pontevedra. También se quedan sin viajar Pablo, Tomás, Miki y Miguel.

El Pontevedra ya se midió en El Plantío ante el Real Burgos, equipo que surgió tras la desaparición del Burgos Club de Fútbol y del que volvió a refundar en 1994. Fue en las temporadas 85-86 y 86-87, en las que los granates cayeron por 3-0 y 1-0 en Burgos, mientras que los burgaleses se llevaron dos empates de Pasarón. Pero desde entonces las tornas se han cambiado y los granates, recién ascendidos, se ha aupado hasta la cuarta plaza frente a la décima que ocupa el rival en una temporada para la que hizo un gran esfuerzo económico para hacer un equipo que luchase por las posiciones de play-off.

En su plantilla reúne mucha veteranía y experiencia, destacando nombres con una gran trayectoria en Segunda B e incluso en Segunda A como Jonathan Valle o Diego Álvarez Argüelles, más conocido como Prosi. Además viene de sumar tres triunfos consecutivos, lo que le permitió alejarse de los puestos de descenso. Ángel Viadero, que ya dirigió al Pontevedra en el inicio de la temporada 2010-11 (en la que se consumó el descenso a Tercera División), no podrá contar en su equipo con Iván Zarandona y Pérez, por lesión.

A pesar de las trayectorias de los dos equipos, se espera que sea un partido a cara de perro para el Pontevedra, ante la necesidad del Burgos de puntuar para seguir recuperando sensaciones. Será además el primer partido de los granates en un mes en los que deberá afrontar la eliminatoria de octavos de final, cuyo partido de ida será este miércoles en Pasarón.