El derbi de Riazor le ha salido caro a quienes incumplieron las normas. La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, reunida ayer en comisión permanente, acordó diversas propuestas de sanción para aficionados que participaron en incidentes en el partido que hace una semana enfrentó a Deportivo y Celta. En total, treinta y ocho personas tendrán que asumir multas cuyo total ronda los 120.000 euros. Además, al club coruñés también se le expediente por fallos en el control de acceso de aficionados al estadio y se propone para él una sanción de 3.500 euros.

Los comportamientos que han sido objeto de análisis por parte de la Comisión Contra la Violencia incluyen motivos diversos, como lanzamientos de objetos contra las fuerzas de seguridad, consumo de droga dentro del estadio, insultos y lanzamiento de objetos a los aficionados del Celta, portar un explosivo pirotécnico, apuntar con un láser a los jugadores o negarse a abandonar las instalaciones deportivas a instancias de la policía.

Además de las multas correspondientes, que van de 600 a 3.500 euros cada una, los infractores se enfrentan a la prohibición de acudir a recintos deportivos durante los próximos seis meses.

En el clásico del fútbol gallego de hace una semana no hubo incidentes graves entre las dos aficiones, después de que la celeste renunciase a organizar una caravana de autobuses y no agotase las entradas reservadas en Riazor. Los mayores problemas se generaron en la calle Manuel Murguía con la llegada del autobús del Celta al estadio. Cientos de personas se apostaron en las aceras, desde donde se lanzaron objetos hacia el vehículo de la expedición céltica, así como insultos hacia los jugadores.

En otra esquina del estadio, en la avenida Peruleiro, aficionados radicales del Deportivo mantuvieron una refriega con agentes policiales. En ese caso, 23 personas fueron identificadas y serán multadas con 3.500 euros cada una por cortar el tráfico y lanzar objetos a la policía.

De los que se manifestaban en Manuel Murguía, uno fue identificado y acusado de provocar a la afición visitante con gestos obscenos y mostrar una actitud desafiante hacia los agentes. Se propone en este caso una multa de 3.001 euros.

La menor sanción, fijada en 600 euros, corresponde a tres aficionados que fueron sorprendidos en los lavabos del estadio consumiendo sustancias estupefacientes.