El Club Ourense Baloncesto se enfrenta esta tarde, a las 20.00 horas, al Grupo Alega Cantabria en un partido que inicialmente estaba previsto para el miércoles 29 de diciembre pero que se suspendió por casos de coronavirus en la plantilla ourensana. Para la cita, a los de Armando Gómez les toca desplazarse, el Pabellón Vicente Trueba de Torrelavega será el escenario del encuentro.

Sobre el rival, el técnico local apunta dos premisas: no tienen una rotación amplia pero saben bien jugar sus papeles. “Tienen a dos jugadores que están siendo referencia en anotación como son Bulic y Cizmic y luego cuentan con gente con experiencia como Alo Marín o Sans. No tienen una rotación muy amplia, pero cuentan con chicos que saben el rol que tienen que asumir y juegan con descaro”, dice Gómez, que mira lo propio e indica que “si nosotros no nos centramos cada uno en hacer nuestro trabajo de la manera perfecta, vamos a tener situaciones en las que iremos detrás de ellos y vamos a sufrir”.

La clave estará en “ser sólidos en el uno contra uno, en el rebote, ser capaces de defender las líneas de pase y estar bien colocados”, dice el míster que, con todo, se muestra preocupado en el ámbito comunicativo, “es uno de nuestros grandes problemas en estos momentos, nos cuesta hablar, sobre todo cuando estamos abajo, que parece que en esos momentos estamos en un funeral. Va a ser un partido igualado, habrá que saber gestionar las emociones porque no podemos jugar en función de si estamos felices o tristes. Tenemos que entender que habrá momentos buenos y malos y hasta que no aceptemos eso, nos costará”.

El entrenador pide que se recuperen las buenas sensaciones y el juego de hace unos meses, poniendo el foco en que, aunque el partido es muy importante, “esto lo es incluso más”.

Además, es una semana con doble presión, hoy se enfrentan a Cantabria pero ya no volverán a Ourense, el sábado viajarán hasta Melilla para medirse al Enrique Soler y les toca prepararse en pistas a domicilio, una dificultad añadida que Armando censura con un tajante, “no valen las excusas”.