El Pontevedra exhibió una falta de oficio y de confianza alarmante y se dejó empatar en el tiempo añadido un partido que ganaba 0-2 en el minuto 80. Siguen sin puntuar los de Ángel Rodríguez que un encuentro más han mostrado una gran debilidad defensiva, 2-2.

La primera parte estuvo muy equilibrada y ningún equipo se impuso al otro aunque el Pontevedra dio más sensación de peligro. Ángel Rodríguez dio prioridad a que sus hombres se mantuvieran muy juntos en el centro del campo porque la consigna era clara, no encajar ningún gol para tener que ir contra corriente. Y siguieron la consigna a raja tabla pero resulta que el rival también por lo que el juego se desarrolló en el centro del campo y los porteros intervinieron poco.

El míster granate seguro que acabó satisfecho la primera parte por lo que respecta a la parcela defensiva. Brais Abelenda y Alberto Rubio estuvieron muy activos en la presión y en la recuperación pero ellos también se sentían muy presionados y eran incapaces de hacerles llegar balones a Charles o a Rufo que estaban aislados y aunque bajaban a la zona de medio campo para entrar en contacto con el balón apenas lo tocaban.

Los goles del Pontevedra llegaron en la segunda parte...pero también los del Bergantiños y de qué manera tan cruel como os iremos contando. Los de Ángel Rodríguez se adelantaron pronto en el marcador, no habían transcurrido ni diez minutos de la segunda parte cuando Yelco Pino fue derribado en el área por Concheiro que había salido desde el banquillo este segundo acto. Charles ponía el 0-1 en el marcador que debía dar tranquilidad a los granates. Sin embargo, el gol no dio tranquilidad a los granates que retrocedieron un paso y el Bergantiños, enrabietado se acercó con peligro a la portería de Cortés.

En el tiempo añadido, el Bergan colgó un balón en el área, Escobar la ganó la partida a un blando Araujo y batió a Cortés por segunda vez para delirio de la afición local.