La Unión Deportiva Ourense consiguió el domingo en A Porta Santa tres puntos que le permiten continuar con vida por lo menos una jornada más, mínimo, hasta este fin de semana en O Couto ante el Fisterra.
La disputa frente al Paiosaco, Fernando Currás avisaba de que no sería nada fácil y tenía razón. No fue hasta el minuto 93 cuando una falta directa tirada por Hugo García conseguía deshacer un empate que los hubiese descendido matemáticamente.
El rojillo besó el balón y el esférico respondió al gesto, un acierto te celebró todo el equipo y que recibió más de una amonestación encajada con gusto porque en el momento lo único que importaba era ganar. “¿Qué te puedo decir? El vernos sin vida y de pronto tener ese balón de oxigeno para un partido más fue toda una explosión, va más allá de una categoría, demostró el lado humano, lo que somos”, asevera el míster.
Explosión sobre todo de emociones y es que tras el gol de Hugo García se finalizaba el partido y no era uno solo el jugador que acababa rompiendo en lágrimas, “no es la salvación pero es un paso más hacia ella”, reflexionan, y el ambiente así lo demostró.
Preocupados durante toda la jornada por no lograr el acierto y viendo como los marcadores del Arzúa y del Barco le jugaban en contra, los unionistas se mostraban confiados y satisfechos después de la bocina. Una jornada más en la que el equipo de Fernando Currás había cumplido su objetivo.
Con todo, los números están ahí, pero el entrenador no quiere hacer cuentas y pensar en posibilidades en otros campos ni en encuentros directos, “nosotros tenemos que pensar en nosotros y en nuestros objetivos, no podemos tener la cabeza en otros campos” explica Currás quien asegura que desde ya están trabajando para el encuentro con Fisterra porque sigue sin haber margen de error y “hay que pensar en el ahora, después hablaremos de después”.
Contra la Sociedad Deportiva Fisterra se midieron en el Ara Solis y el resultado fue favorable para los ourensanos, un 0-2 que pone altas las expectativas para el partido de O Couto.
