Una acción desgraciada a los veinte minutos de juego, cuando el guardameta Alberto intentó desviar un balón por encima del travesaño pero acabó metiéndolo dentro, supuso la derrota del Pabellón en Nigrán frente al Val Miñor, en un partido con muchas disputas pero pocas ocasiones claras de gol.

Intensificaron los ourensanos el dominio en la segunda mitad, ante un rival bien pertrechado atrás que dejó hacer sin exponer más de la cuenta y que justificó ser el segundo menos goleado de la competición. Reclamaron dos penaltis los de Cándido Gómez, sobre Osián y sobre José Ramón, pero la viguesa Elena Casal Fernández no lo estimó así.

A un punto del quinto clasificado concluyen el año y la primera vuelta los franjiverdes, de nuevo en la máxima categoría juvenil después de tres años de ausencia. Retomarán la competición visitando al Ural, uno de los equipos que le acechan, el día 10. Una semana después llegará la visita del Celta.