El sábado 17 de octubre comenzó la liga, el 24 para el Ourense Envialia (0-1 en Las Palmas) por culpa de un positivo que obligó a aplazar el partido contra el Amarelle. Volvió a jugar el 31, 2-5 contra el Atlético Navalcarnero, para volver a parar el 7 de noviembre, en este caso por la imposición de descansar al ser un grupo impar. Volvió el 14, en Murcia, 3-0 frente al Roldán. Y este sábado debía recibir al Esplugues. Debía, un positivo en las catalanas pospone el partido. Así no hay manera, ni p’alante ni p’atrás.

“Es algo que nos va a pasar a todos, otra cosa es que parece que los aplazamientos se están cebando con nosotros”, relata Gonzalo Iglesias, el entrenador. “Está claro que así es difícil coger una mínima continuidad. Pero en fin, nunca choveu que non escampara”, añade.

Las aguas calmadas de las travesías de los dos últimos cursos son éste olas de ocho metros, desde los positivos de Judith y Mery a la lesión grave de Sara Moreno. Se suman los resultados, más derrotas que victorias. “Como me ha dicho Cristian (el psicólogo del club), las cosas que no dependen de ti no las puedes manejar. Somos un grupo fuerte”, remarca Iglesias, que al menos se felicita de no tener que jugar en Oira, donde estaba previsto el partido contra los barcelonesas, “una pista en la que ni siquiera hemos entrenado”.

A estas alturas de la temporada pasada, las blanquinegras habían jugado ya diez partidos de liga, de los que habían ganado ocho; éste apenas tres, una sola victoria. Con un bofetón, 3-0, regresaron las ourensanas de Murcia, tan estupefactas como su entrenador. “Es un resultado que no se corresponde con lo que pasó, además que el tercero fue ya muy al final. Con las ocasiones de gol que tuvimos, lo más normal habría sido ir 0-3 a los diez minutos, me decía un aficionado del Roldán que siempre nos ha visto jugar allí que había sido el año en el que mejor habíamos jugado y sin embargo nos golearon. Esta mala ola en la que estamos la vamos a cambiar, queríamos que fuese ya este sábado, no va a poder ser así que habrá que esperar a la salida a Leganés”, fijada para el día 28, subraya Iglesias, que aprovechará que no hay partido para entrenar con sus futbolistas este sábado.

“Salvo el primer año, que nos ayudó el hecho de ser la primera jornada, el Atlético es un equipo prácticamente inaccesible. Pero lo del Roldán... ¿Dinámicas? Puede ser, es verdad que este año estamos haciendo unas concesiones que no hicimos el pasado ni el anterior”, detalla el entrenador, que aboga por “mirar lo menos posible la clasificación porque no es real”.

Una clasificación que sitúa en el liderato al Atlético Navalcarnero con los mismos diez puntos que el Poio, uno más que el Esplugues y dos que el Roldán. Para encontrar al Envialia hay que descender al puesto sexto, tres puntos.

La guardameta Uxía, última en unirse a la lista de bajas

A perro flaco todo son pulgas, la guardameta Uxía se ha unido al capítulo de bajas por culpa de un dolor en la rodilla que se produjo durante el entrenamiento específico para porteras del miércoles. Se suma a Judith Pedreira y Sara Moreno, la primera intentando salir curada del todo del Coronavirus y la cordobesa con meses de recuperación por delante. “Parece que nos ha mirado un tuerto, voy a tener que ir a Fátima, que la tengo aquí al lado” (Iglesias vive en el barrio del Couto). Si no hay más aplazamientos, la próxima comparecencia del Ourense Envialia en casa está marcada ya para diciembre, el día 5 ante el Poio.