El día 12 rendirá cuentas la directiva del Arenteiro en una asamblea ordinaria. Nada que se salga de lo normal. Pero acto seguido, en una extraordinaria, la directiva que preside Paco Cachorro pondrá su cargo a disposición de los socios. Uno sólo será el punto del día, el que dice dimisión de la actual junta directiva y elección, si procede, de una nueva. Se añade a continuación que podrán presentarse candidaturas hasta las nueve de la noche del día 11.

Francisco Fernández Fernández, Paco Cahorro, argumenta los motivos que le hacen dejar la presidencia, después de apenas un año en el cargo. "Me marcho porque percibo un ambiente raro, porque se nos han prometido unas cosas que no se han cumplido. La cosa está revuelta y lo mejor es que ponga mi cargo a disposición de la asamblea. Tampoco creo que sea necesario desvelar de dónde vienen las promesas", detalla.

"No quiero dejar a Carballiño sin fútbol, pero la cosa no está fácil", añade Cachorro, consciente que pocas villas más fieles que la ourensana. "Aquí nunca baja de mil cien aficionados la asistencia a los partidos, muchos domingos se han rozado los mil quinientos. Pero las cosas hay que hacerlas como hay que hacerlas, se hizo un equipo para acabar entre los seis primeros, y aunque hemos terminado novenos, si se hubiese podido finalizar la temporada no veo tan lejano haber llegado a ese objetivo. Repito, es necesario ser más serios, más responsables, apostar; no decir una cosa y hacer otra, el camino no son las promesas incumplidas, a la larga pasa factura", relata.

Solamente un año en la presidencia, ¿balance positivo? "Sí, para ponerte al frente de un equipo de Tercera división primero tienes que conocer el tema, sufrir mucho. Y disponer de medios económicos, claro, si no estás perdido, las subvenciones vienen cuando vienen. Pero no vienen, los meses pasan y los jugadores quieren cobrar", subraya Cachorro.

La Segunda B Pro. Esa categoría de futura creación es para Cachorro a la que debería aspirar el Arenteiro. "La Federación nos ha dicho que va a haber ocho ascensos en cada uno de los dos grupos de Tercera la próxima temporada. Eso haría dieciséis equipos, a los que sumaríamos los cuatro que bajan. O cerramos o el equipo debe aspirar a esa Segunda B, la Tercera ya no es viable, sería la quinta categoría".

El fútbol profesional vuelve la próxima semana, en principio sin aficionados. Pero ya ha habido algún presidente, el de la UD Las Palmas en concreto, que anuncia que habrá unos cuantos en la grada del estadio de Gran Canaria. Alivia, ¿no? "La Tercera del año que viene va a empezar en octubre, estoy seguro que en Espiñedo se va a permitir el setenta por ciento del aforo. Evidentemente, no es lo mismo jugar sin gente que con siete de cada diez seguidores posibles en la grada".

Una última cosa, ¿hay posibilidades de convencerle para que continúe? "Le repito, hace falta ser responsable de los actos, no se puede ofrecer una cosa y hacer otra. Me ha llamado mucha gente, hay que echarle mucho pecho para presidir un club como éste en una villa en la que el fútbol significa mucho. Tener un equipo al día en Tercera no es fácil, tenerlo de cualquier manera es más sencillo. Si un grupo de gente se vuelca sería posible, pero hace falta mucho dinero, involucrarse, pero de verdad. Se puede hablar, pero a día de hoy está difícil", concluye Cachorro, lateral izquierdo del Arenteiro durante una década, a la que siguieron seis temporadas, con ascensos, en Lalín.