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"Nuestro fútbol es inviable a puerta cerrada"

- Ya podemos hacer balance, ¿no?

- Positivo, de cara a la próxima temporada deberemos mejorar la regularidad. El año pasado estuvimos arriba mucho tiempo y al final nos caímos, éste ha sido un poco al revés. Faltaba un tercio de la competición, que es cuando se ponen las notas.

- ¿Nos espera otra vida y otro fútbol?

- Yo creo que sí, sobre todo a corto plazo. Nos esperan tiempos de mucha precaución en nuestra vida pero también en el fútbol, cómo entrenar, cómo y dónde jugar. Me da que nos van a cambiar muchas cosas.

- ¿La puerta cerrada acabará con el fútbol de Tercera división?

- No me lo imagino, el fútbol se debe al pueblo, se juega bajo un ambiente festivo. El fútbol es un dinamizador social, en nuestro caso no seríamos nada sin los aficionados que nos siguen, gracias a ellos estamos donde estamos. Sin ellos sería inviable.

- Malos tiempos vienen para el futbolista no profesional...

- Igual tenemos que cambiar la visión, en categorías como la Tercera, el futbolista se saca unos ingresos extra, pocos profesionales hay. Igual ahora tenemos que jugar por amor al arte, ¿cómo? Ya lo sabremos.

- ¿Estamos preparados para llevar mascarillas como ahora llevamos las llaves, para andar separados por varios metros?

- No, será por la cultura que tenemos. Nos viene un periodo difícil, vamos a necesitar un proceso de educación. Muchas de las cosas que nos están pasando no nos entraban en la cabeza, el miedo te hace avanzar. Nos lo cuentan hace nada y nos habría parecido una película.

- El Fondo Monetario Internacional da para España una tasa del paro del 20 por ciento...

- Es un dato terrible, nada alentador. Yo soy asalariado, pero dependemos de que la gente venga a la clínica, todos dependemos de todos.

- Dijo el presidente del Gobierno que nadie se iba a quedar atrás, ¿se lo cree?

- Imposible, lo único que nos salvará es volver a nuestra vida de antes lo antes posible. Llevamos un mes encerrados, por lo general lo estamos respetando, eso dice bastante de nosotros. Si nos lo dicen a principios de marzo, habríamos contestado que se acaba el mundo. Pero aquí estamos, con frustración, con incertidumbre, agobiados.

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