Pablo González Fernández lleva en la organización del Memorial Manolo Arnoya desde el primer día, desde la primera edición. Él, junto a una una decena de personas, trabaja para que el campeonato ourensano, plenamente consolidado, se convierta "en uno de los mejores torneos juveniles de España". En la cabeza ya tiene un reto, convertir lo que es un día de competición en un fin de semana, pasar de cuatro equipos participantes a ocho. Todo se andará.

"El torneo ha crecido mucho, y sobre todo ha crecido muy rápido. Creemos que ha llegado el momento de ocupar un fin de semana. ¿Cuál es el problema?, el dinero, ni público ni privado, es complicadísimo conseguir financiación. Pero no tiramos la toalla", relata.

La undécima edición fue a parar a la Casa Blanca. Quinto título para el Madrid, el equipo que más aficionados arrastra. "Está claro, como el Madrid ninguno", puntualiza González. Porque mientras el juvenil A jugaba en Ourense,el B lo hacía en Milán. Clubes grandes.

El Memorial busca tener presente a Manolo Arnoya, "una persona muy vinculada a Santa Cruz. Una persona siempre ligada al fútbol. En vida siempre tuvo dinero para el club, antes de morir ya le dijo a sus hijos, Miriam y Manuel Vázquez, que continuasen su línea", detalla Pablo González, directivo del Santa Cruz desde hace 18 años.

Porque ¿cuándo se comienza a organizar cada edición? "En enero, clubes como el Madrid, el Atlético, el Celta, cualquiera de ellos, necesitan mucho tiempo para programar su pretemporada. Cualquier cambio en las fechas te trastoca todo, el Celta no vino porque jugaba en Canarias. Es complicado".

El Deportivo es el rey de las participaciones, las once, por las nueve del Celta. La conquista de títulos es cosa del Madrid, cinco, por los dos de los coruñeses, otros dos de los vigueses, uno del Lugo y uno del Atlético de Madrid. Ni participaciones ni títulos tiene el Barcelona.

Habrá cambiado mucho el Memorial... "Ahora es todo mucho más profesional, el campo se llena de representantes. El Madrid que estuvo el sábado en Ourense es el que juega la Youth League, la Champions para juveniles. Vienen muy equipados, fisios, médicos, de todo. Al final son niños, pero niños que ganan diez veces lo que tú".

Entre seis y siete mil euros fue el presupuesto de la undécima edición, dinero que cuesta Dios y ayuda reunir. "Cobras cinco euros por la entrada para la jornada matinal y otros cinco para la tarde, diez por cuatro partidos, te sale a dos y medio. Es un regalo, y sin embargo siempre hay quién se queja", remacha González, que ya tiene la cabeza trabajando en la edición número 12, en "afianzar el torneo como uno de los mejores para juveniles de España".