Ha sido el del CD Boiro un derrumbe tardío. El próximo rival de la UD Ourense, mañana, cinco y media, se mantuvo en pie hasta muy avanzada la temporada. Pero fue bajar a una de las cuatro últimas posiciones y caer en picado. Un empate en Ribadumia le situó decimoséptimo, el 10 de febrero, jornada 23; tomó aire con un triunfo frente al Somozas, que le alzó hasta la decimoquinta; aguantó fuera del descenso con un 0-0 en O Couto contra el Ourense CF; y se despeñó definitivamente con un 0-2 frente al Polvorín. Desde entonces no ha abandonado el penúltimo puesto, desde el que espera a los ourensanos; otra cosa más, desde el 17 de febrero no han vuelto a ganar. En estos más de dos meses, una racha para olvidar, siete derrotas y dos empates.

El Boiro arrancó la temporada en el duodécimo puesto, una plaza testimonial dado que era la primera jornada. La séptima es la mejor posición en la que ha estado, después de ganar 1-2 en el campo del Polvorín. La primera vuelta la acabó decimoquinto pero con un revolcón contra el Choco, 2-4, y en lo que va de segunda apenas ha ganado dos partidos.

UD Ourense y Boiro ya se enfrentaron en la primera vuelta, 2-0, el 2 de diciembre; en sus enfrentamientos con los equipos que están peleando la cuarta plaza, con el Alondras perdió los dos partidos, en ambos casos por 3-1; al Arosa le sacó un empate en la primera vuelta, cediendo en la segunda, 1-4; con el Barco falta el segundo partido -3-0 para los valdeorreses en el ya disputado-; y si incluimos al Ourense CF en el grupo de aspirantes, los coruñesese ganaron 2-1 en su campo e igualaron sin goles a domicilio.

Los partidos del Silva

Luis Santiago, el entrenador, equiparó a la UD Ourense con el Silva, una comparación de la que los rojillos no salen demasiado bien parados. Bien, por si sirve el dato, el Silva ganó los dos partidos que disputó contra el Boiro, 0-3 y 2-0.

No es el Boiro un equipo excesivamente poderoso como local. Tampoco como visitante, de ahí los apenas 28 puntos que ha conseguido. Eso sí, los ha repartido equitativamente, 14 en casa, 14 fuera.

De los 16 partidos que ha jugado en su campo de Barraña, los coruñeses han ganado sólo cuatro, con dos empates y diez derrotas. Han hecho 16 goles y han recibido más del doble, 34 en concreto.

Llama la atención que Changui, pese a llevar tiempo lesionado, continúe siendo el máximo goleador del equipo boirense, junto al Porriño el menos anotador de la competición, en solitario el que más encaja.

Es el del Boiro un ejemplo palmario que un cambio en el banqillo no tiene porqué suponer una resurrección del equipo. En busca de un revulsivo, la directiva coruñesa incorporó a Luis Santiago para intentar frenar una dinámica que ya era mala, con cuatro derrotas seguidas, apenas un gol. No salió bien, después de un 2-2 en casa llegaron un 6-0 como visitante, un posterior 1-4 y el 5-1 de la semana pasada.

Para la UD Ourense, todo lo que no sea ganar será prácticamente despedirse de la promoción.