La Unión Deportiva Ourense sigue siendo un hueso. Un rival de difícil digestión. Con el punto conquistado en el campo del Racing de Ferrol está salvando sin rasguños un tramo de alta exigencia del calendario. Es la tercera igualada consecutiva, tras sortear a Compostela y Arosa, pero hay empates que puntúan triple en confianza y que alimentan el orgullo. Se repite el resultado y la fórmula. Trabajo incansable para contener, máxima rentabilidad en área ajena y creerse invencibles. No solo son, porque las flaquezas antes o después se plasmarán en el marcador, pero lo parecen tras 22 partidos sin perder.

La UD Ourense se presentó en A Malata con retoque obligado por precaución en el centro de la defensa. Viti, que estuvo imponente, ocupó el puesto de Vieytes para encarar a un Racing de Ferrol que se tomó con respeto la visita del único invicto que quedaba en la Tercera gallega. Pato resolvió las primeras aproximaciones, tímidas. Los de Currás también llegaron con facilidad al principio. En el 4, el lateral Villarejo arriesgaba sobre la línea del área para cortar un avance de Hugo. El árbitro del ascenso en Atios dio saque de puerta. Un minuto después se resentía el central Pablo Corzo, pero pudo continuar.

La UD Ourense combinaba a gusto con Durán, en otra tarde de diez, al volante. Lo permitían el campo, aunque se fue encharcando con los minutos, y un precavido Racing. En el 20, Germán se fue al césped y estiró la pierna para interrumpir una asociación ofensiva, la primera, que olía a gol. El remate posterior se fue sobre el larguero.

El partido se adentró en una fase de acumulación de jugadores en los 35 metros de la medular. Difícil para los pasadores superar la presión y poner la pelota a la espalda de los defensores. En ataque estático, las retaguardias controlaban con comodidad la situación. Ya en los últimos 15 minutos del primer tiempo, el Racing se hizo dominador. Alargó las posesiones y encontró fruto a su insistencia. En el 35, el lateral ourensano de los racinguistas, Diego Seoane, llegaba a la línea de fondo del área tras apoyarse en Carlos García, pero le cortaron el servicio atrás. Un minuto después, la oportunidad más clara para desnivelar el marcador. Joselu cabeceaba ligeramente desviado un centro del mediocentro Joel tras otra asociación con muchas escalas. El primer tiempo ya no dio más de sí, con la UD Ourense esperando el descanso atornillada a su área.

La segunda parte empezó con arreón del Racing y gol rojillo. Veinte segundos tardaron los verdes en pisar el área. Se desataron con una llegada por minuto, aunque sin poner en aprietos a Pato. A los ourensanos les bastó con desplegarse una vez para marcar. Rubén Arce progresó y centró desde la derecha y Presas hizo de asistente con la cabeza para que Hugo sentara cátedra de '9'. Control, giro y remate raso para rebasar a su excompañero en el Fabril Diego Rivas.

Tardarían mucho en volver al área rival los ourensanistas. La grada de A Malata pedía gallardía a los suyos y en el 57 anularon un gol de Juan Antonio por fuera de juego previo de Joselu. En el 61 se produjo un cambio crucial para el desenlace del partido. El técnico del Racing, Emilio Larraz, prescindió de un mediocentro para cargar con Armental el ataque sobre el flanco defendido por Alfredo. Con la incorporaciones de un Seoane ya sin freno generaron superioridades que sembraron la inquietud en los dominios de Pato.

Currás daba entrada a Luis por Fondevila y, en el 65, centraba el lateral ourensano de los locales un balón que cruzó el área pequeña sin rematador. De inmediato, el guardameta de la UD Ourense desviaba abajo un potente disparo en el área de Pablo Rey.

A la tercera embestida llegó el gol. Armental rompe por la derecha, Seoane acompaña y llega a línea de fondo, ya en el área, para sacar un centro chut que roza en Germán y acaba en la red, dejando sin reacción a Pato. Se lastimaba Alfredo en el tobillo en esa jugada, pero aguantó. Toda la UD Ourense se aplicó en la resistencia. Tambaleándose, pero con cintura y sangre fría para evitar el golpe definitivo.

David entró por Presas cuando los ourensanistas trataban de anestesiar el partido. En el único desliz que tuvo, Viti entregó un balón en tres cuartos que propició la contra a tumba abierta de Armental, pero le esperaba un portero que supo esperar. El Racing fue perdiendo gas y la UD Ourense pudo cruzar la medular, sin encontrar el último pase para plantarse ante el portero. En la prolongación, Germán vio la quinta amarilla, por sujetar el último intento de un Racing que acabó exhausto. Los ourensanistas siguieron en pie, tras tantos kilómetros de césped, para irse a la esquina y agradecer el aliento de los suyos, tras tantos kilómetros de asfalto.