El Club Ourense Baloncesto encajó ayer su primera derrota en el Paco Paz ante el Liberbank Oviedo en un partido donde el equipo de Gonzalo García de Vitoria estuvo bien en defensa, pero sin acierto en los lanzamientos triples ni en los tiros libres en la primera parte. En la segunda, el tirador venezolano Jhornan Zamora se puso los galones y empezó a anotar de tres, haciendo del partido un toma y daca hasta el minuto 35, en el que ganaba el conjunto cobista 62-61.

En los cinco minutos finales llegaron errores en momentos determinantes que le permitieron al cuadro asturiano, con una rotación más amplia, hacerse con una ventaja que ya no podría recuperar los locales. El excobista Roope Ahonen se convirtió en la figura de su equipo con 19 puntos.

El partido comenzó siendo un intercambio de desaciertos salvados en acciones puntuales de inspiración, pero el equipo ovetense supo jugar sus bazas y se mantuvo casi siempre por delante en el marcador. En el minuto 5, empate a cuatro puntos y un COB que era incapaz de encestar con comodidad.

Empezó bien Rozitis en el primer cuarto, pero con los minutos fue perdiendo gas y sus compañeros tampoco le secundaron en la batalla interior en ausencia de su sustituto, el norteamericano Watson. Comenzaba el segundo cuatro con acierto de Van Wijk, que apenas había aportado hasta ese momento. Sus cuatro puntos ponían el 16-16, una igualada que se repetiría 19-19, 21-21. En el minuto 15, de nuevo el Oviedo, merced a sus lanzamientos triples, se colocaban 33-36 que dejaba las espadas en alto al descanso.

En la segunda mitad debutó en el COB el joven pívot Okeke, al que se le notó bisoñez. Espabilaba el base uruguayo Pepo Vidal y los triples de Zamora y Ott colocaban el marcador, ya en el minuto 30, con los cobistas arriba, 54-51, y el público del Pazo poniendo de su parte.

En los últimos diez minutos, otro excobista, el base Fran Cárdenas, aportaba su primera canasta para el 54-53, mientras que el COB seguía dependiendo del acierto de Jhornan Zamora, que colocaba el empate a 56. El público animaba con fuerza a los suyos, que volvían a adelantarse (58-56), hasta que se llegó al 62-61. Ahí se acabó la pólvora y las fuerzas. Vidal fallaba una bandeja en una acción que sería una losa anímica y en el marcador, porque el Oviedo no dejó que se le escapase esta vez la victoria.