Hace siete años, en pleno preámbulo veraniego del último ascenso del Ourense a Segunda B, en la temporada 2011-2012, Germán Pérez no pasó el corte del por entonces técnico rojillo, Patxi Salinas. Su destino fue el Compostela. "El tiempo pasa muy rápido. Fue una época bonita, un poco similar a esta en la UD Ourense por las circunstancias. Empecé en Preferente y acabó siendo una etapa cañera y de mucha felicidad, que siempre me saca una sonrisa cuando la recuerdo", reconoce el mediocentro ourensano. En el plano personal, el reencuentro con el que fue su estadio durante tres temporadas, encadenando ascensos de Preferente a Segunda B, le motiva al máximo. "Estoy con muchas ganas. En todos los partidos tengo muchas ganas de jugar, para eso estoy luchando semana a semana luchando, para convencer al entrenador, y esta semana más por esa connotación de volver a San Lázaro y en Tercera. Me hace especial ilusión y ojalá podamos volver con los tres puntos", explica.