La selección española femenina jugará a las 21.00 horas de hoy la final del campeonato de Europa sub 18 tras imponerse, con una remontada incluida, a Hungría (57-54). Volvió a tener protagonismo la pívot ourensana del Celta, Raquel Carrera, que aportó 10 puntos y seis rebotes en los 33 minutos que estuvo en pista. Ya solo le separa del oro Alemania, que superara claramente a Letonia (66-37).

Al igual que en cuartos, España sufrió y de lo lindo en las semifinales para remontar a Hungría pero tiro de coraje y realizó una segunda parte inmensa para recuperar hasta once puntos de desventaja que llevó a acumular.

Espectacular entrega de España para agarrarse a la victoria y lograr el pase a la deseada final gracias a un paso por vestuarios al descanso que cambió el cariz que llevaba el mismo con Hungría mucho más entonada, mandando en el juego y en el marcador. Las de Mario López lograron remontar, ponerse por delante en un mágico tercer cuarto y aguantar los envites de su rival en los definitivos diez minutos.

Y todo comenzó con un mal primer cuarto para el equipo de España, que no encontraba situaciones cómodas para anotar provocado por la buena defensa húngara que lograba en transición los puntos que le iban dando la delantera hasta doblar a las de Mario López al término del primer cuarto (9-18). Le costaba entrar en partido a las nuestras que lograron reducir distancias hasta los dos puntos (20-22), pero varios despistes les volvió a situar a diez puntos (22-32) a falta de un minuto y poco.

Sin continuidad

Iba el partido a 'ramalazos' de España y llegó uno con cinco puntos seguidos tras una falta de Hungría en un triple anotado que la acercó a cinco puntos, que se quedó a siete al descanso (27-34). Hungría estaba teniendo mucho acierto en el lanzamiento, por encima del 53% y España no encontraba pulsar la tecla adecuada para taponar esa herida.

Ahí estuvo la clave en la reanudación. España salió a por todas, tanto atrás como en ataque, y volteó el marcador en esos diez minutos. Hasta tal punto que los porcentajes de tiro de campo reflejaron a la perfección lo que pasó. España pasó de un 37% en tiros a rondar el 42% mientras que logró que Hungría pasara del 53% que acumulaba en los dos primeros cuartos a un 46%. O lo que es lo mismo, España comenzó a soltarse arriba (20-8, en el tercer cuarto) y, también, apretó atrás a su rival.

Y llegó el definitivo cuarto. La selección española, ya por delante en el marcador y coqueteando en algunos momentos con los ocho puntos de renta. Pero no iba a ser fácil. Hungría se acercaba. Hasta a tres puntos se llegó a poner (54-51) a falta de un minuto. A España, centrada en gastar tiempo, no encontraba opciones buenas de anotar pero atrás estaban muy bien y lograron que las húngaras no les rebasaran para estallar en alegría con el triunfo final.