El Celta espera un día tranquilo. La Premier League, la competición más poderosa del mundo a nivel económico con gran diferencia sobre las demás, cierra hoy su mercado veraniego. Lobotka, con el Tottenham como pretendiente, y Maxi Gómez, vinculado al West Ham, han sido los jugadores celestes más mencionados. También el Fulham presentó una oferta por Hugo Mallo. En la cúpula de Príncipe han rechazado ofertas, descartado aproximaciones y no creen que nadie vaya a pagar la cláusula de rescisión de uno de sus jugadores. La dirección deportiva cree que el viernes amanecerá con la plantilla casi completa en lo que respecta a incorporaciones, a expensas de un último defensa, y con el trabajo principal enfocado en buscarle destino a los descartes.

Obviamente los compradores no están obligados a anunciar la ejecución de la cláusula -como denuncia el Rayo que hizo el Celta por Beltrán, aunque en Vigo lo niegan- y es de ellos de quien depende lo que vaya a suceder. Lo cierto es que en Príncipe no tienen constancia de ninguna amenaza. Maxi Gómez y Lobotka deberían seguir perteneciendo al club vigués a las seis de la tarde, cuando termine el periodo de inscripciones de la Premier.

La actividad es frenética en los clubes ingleses, que se autoimpusieron el adelantamiento del cierre para evitar cualquier mercadeo persa con la liga iniciada -este fin de semana- a costa de debilitar su posición negociadora con los clubes del otro lado del Eurotúnel. Y eso les ha obligado a emplear las cláusulas de rescisión, sin posibilidad de rebaja, en sus tratos con españoles. El Celta tampoco se mostrará demasiado flexible.

Una vez cierre la Premier, la presión se relajará en lo que respecta a Maxi Gómez. No parece viable que un club no inglés pague por él 50 millones o una cifra similar. La directiva del Celta cree, sin embargo, que la incertidumbre se prolongará con Lobotka, que figura en la agenda de otras entidades poderosas como el PSG, bien es cierto que como alternativa secundaria o como reemplazo de jugadores que todavía no han vendido -en el caso de los parisinos, Rabiot o Verratti-.

Un caso especial

Hugo Mallo es un caso especial. Al Fulham le agradó su juego en el amistoso que disputaron contra el Celta en Craven Cottage. Ofrecieron 10 millones de euros, apenas la tercera parte de su cláusula de rescisión. El Celta no ha considerado siquiera la posibilidad de traspasar a su capitán. Hugo Mallo, por su parte, cobraría un sueldo muy superior al que tiene en Vigo. El marinense llevaba un tiempo meditando sobre cómo enfocar su carrera ahora que con 27 años afronta su etapa de madurez. Finalmente se ha decidido por seguir en el Celta, con la posibilidad de concretar una trayectoria legendaria como "one-club man". Quiere a cambio un salario que lo sitúe en el primer escalón. La directiva parece dispuesta a ofrecérselo y la irrupción del Fulham habría tenido al menos el efecto de acelerar las gestiones.

Así que el mercado veraniego ha desdoblado su "deadline", esa fecha limite que provoca el frenesí en los ejecutivos. Superada la primera frontera, el Celta afrontará lo que queda de mes de agosto con su plantilla prácticamente perfilada en cuanto a incorporaciones. Con Jensen se completa, por ejemplo, la medular. Ayer se anunció su fichaje oficial por cinco temporadas. Jensen tendrá una cláusula de rescisión variable (como las de Mor y Beltrán) de entre 40 y 45 millones. El Celta le ha pagado al Nordsjaelland algo más de cinco millones de euros y le entregará un porcentaje de la plusvalía (sobre el beneficio, tras restar esos cinco millones) en una hipotética futura venta.

Felipe Miñambres tendrá que afanarse después en apuntalar la defensa con un central con capacidad para jugar en el lateral izquierdo o con dos especialistas en estas funciones. Y se centrará también en buscarle acomodo a los jugadores con los que Antonio Mohamed no cuenta. Miñambres reservará en su agenda nombres de más refuerzos solo para el caso de que alguna pieza importante acabe saliendo.