- ¿Qué sabor de boca le dejó la temporada?

- Hicimos una primera vuelta increíble, arriba en la clasificación, peleando por el primer puesto y yo personalmente metiendo goles. Los seguí metiendo, pero en los últimos tres meses bastante hicimos con llegar a la última jornada con posibilidades. Nos debían cuatro meses y fue increíble porque la gente seguía yendo a entrenar igual, menos en abril, que ya se cansó. Si se hubiera cumplido con lo que prometieron, creo que estaríamos en Preferente, pero hubo un mes entero en el que estábamos 11 personas en el equipo. No se planificó bien la plantilla, había jugadores que se iban y volvían, gente que desaparecía, y jugamos un mes solo con el portero suplente en el banquillo. Así no se puede. Había jugadores lesionados que jugaban igual, en Velle nos metieron para adentro y en Xinzo hicimos el ridículo.

- Lucharon hasta el último día.

- Es el mérito que tenemos. Conmigo personalmente Zubiela se portó bien, no tengo nada malo que decir de él, pero no puedes planificar una temporada a cuatro meses y de diciembre a abril no pagar. Pasaban los meses, te decían un día y el dinero seguía sin llegar y, aún así, estuvimos peleando y por dos puntos no ascendimos.

- ¿Subieron los dos mejores o se les escapó una gran oportunidad?

- Eso es difícil de medir. El Velle sin duda fue el mejor porque estuvo toda la temporada de primero. Nosotros fuimos segundos mucho tiempo y el Antela, que sinceramente no creo que pensaran que iban a ascender, nos cogió cuando empezamos a empatar y a perder y después se puso por delante. Cuando nos ganaron en su campo se fueron a varios puntos y, al final, aunque ellos empezaron a dejarse puntos y nosotros a ganarlo todo, no pudo ser. Si el Verín hubiese tenido una estructura más seria, estaríamos ahí, pero el Antela tiene un mérito increíble porque todos son jugadores de allí. Aunque no cobren, estás jugando con la gente de tu pueblo o de tu barrio y eso te motiva mucho.

- ¿Qué errores tiene que corregir el Verín para no volver a fallar?

- Hay que ser serios y cumplir con la gente. Hay que tener organizadas las cosas porque se te puede ir un jugador por un problema personal o porque no quiere jugar, perfecto, esto no es fútbol profesional, pero no puede ser que en pretemporada estés 20 y, pasado el primer mes, vayan 12 a entrenar. Una vez subimos siete a entrenar y cuatro eran de Ourense, eso no puede pasar. Es inviable que suban los de Ourense y los demás no.

- Difícil imaginar que iba a ser tan duro vestir la camiseta de un histórico.

- Desde hace años siempre veía al Verín y al Arenteiro como equipos de villas grandes en las que gusta el fútbol. Llegué pensando que iría mucha gente y con ese campo increíble. Si lo cuidan, es uno de los mejores de la provincia, pero hubo sensación de abandono. El primer mes había riego y, a partir de ahí, no sé qué pasó, pero chao campo. Ni lo regaban ni lo cuidaban y así estuvo cuatro meses impracticable. El Verín, por lo menos, tiene que llegar a Tercera. No digo que sea fácil, pero tiene que estar arriba. Va poca gente y es exigente, aunque yo me sentí cómodo. Desde el primer día me trataron muy bien y ha sido uno de los mejores grupos en los que he estado en mi vida. Estuve bien personalmente con todos, pero si no eres serio y no entrenas, es imposible.

- Veinticinco son muchos goles.

- Y pude meter más si no fuera por algún penalti (risas). La verdad es que me quité el peso de encima que me quedó en la UD Ourense. La segunda temporada allí fue la más gris. Fui el segundo máximo goleador y era como que no aportaba y que jugaba porque era el hijo de entrenador. Este año se vio lo que soy y muy contento por eso, aunque haces un temporadón y, al no ascender, vale de poco.