A la Unión Deportiva Ourense le quedan tres partidos para cerrar el balance. Este domingo (18.00 horas) reciben en O Couto al tercer clasificado, el Ribeiro, en un partido de puntos devaluados para unos y otros, al haberse decidido los ascensos y prácticamente el título, aunque ganar siempre debe ser la máxima prioridad. "Hasta que matemáticamente tengamos opciones, lucharemos por el primer puesto. El objetivo del ascenso está cumplido, es difícil que falle el Bande, pero tendremos la esperanza de conseguir el título hasta el final", apunta en clave de previa el centrocampista de la UD Ourense Omar García.

Jugar ante la afición siempre aumenta la exigencia, destaca: "Fastidia más perder en casa y también es más complicado perder en casa. Dependiendo del campo, como se vio el domingo en A Manchica, se puede complicar un partido, pero en O Couto no hay excusas para hacer mal partido o dejarse puntos cuando tenemos un equipo superior al resto de la categoría".

Los unionistas solo han perdido dos partidos en casa, uno en liga y otro en Copa, en una campaña a la que Omar solo le pone la pega de las lesiones. "Desde mi punto de vista, ha sido una temporada muy buena -afirma-, por el hecho de lo mal dadas que nos vinieron las cosas en forma de lesiones. Por conseguir lo que conseguimos, ascender a seis jornadas, compitiendo con el Bande tanto en la liga como en la Copa hasta el final, me parece una temporada muy buena. Si estuviéramos toda la plantilla al 100 % desde el principio, hubiésemos peleado por todo".

En su balance personal también le sobran horas de enfermería. "Ha sido una temporada complicada. Nunca había tenido dos lesiones bastantes importantes (tobillo y rodilla) el mismo año y me perdí la mitad de la liga. El equipo estaba ganando partidos, pero el que está acostumbrado a jugar no disfruta fuera del campo", confiesa.

Por ese apetito no saciado de minutos, a Omar no se le está haciendo larga la campaña, aunque asume que los retos deportivos ya quedan muy difusos. "Estoy recuperando sensaciones, pero ya está acabando la temporada. Por lo menos la termino jugando y volviendo al nivel que puedo dar. Llegados a este punto, con el objetivo del ascenso cumplido, fuera de la Copa y con la liga prácticamente perdida, no tienes una metas por las que luchar y ves que pasan los partidos y que no vas a llegar a nada más", indica.

Mirando al futuro, el centrocampista reconoce que el cambio de entrenador no cogió por sorpresa al vestuario. "Nos llegaban un montón de comentarios, por lo que no se nos hizo nuevo el hecho de que Antonio se marchara. Hay que agradecerle todo lo que le ha dado al club, porque fueron unas temporadas muy buenas. Ahí está lo que se ha conseguido", subraya.

Omar considera que la UD Ourense debe prepararse para un incremento de la exigencia. "De Primera a Preferente son dos saltos de categoría -advierte-. Los equipos de Vigo y de Pontevedra tienen plantillas fuertes y amplias y se juega con mucha intensidad. El fútbol es inexistente, los partidos son de mucha fuerza y de mucha lucha y no habrá resultados abultados. Con la plantilla que se haga, aunque sea de superior categoría, se competirá hasta el final partido a partido. Que nadie piense que será un paseo, porque no lo va a ser".

Sobre su continuidad en el proyecto, tras incorporarse en Segunda Autonómica procedente del Lalín en el mes de octubre de 2015, Omar está pendiente de tratar su renovación con el club, en una reunión que se celebrará la próxima semana. Antes de negociar, su intención es inequívoca: "Desde mi punto de vista, en Ourense no hay mejor lugar en el que estar. Visto el plan que tiene el club, no pienso en marcharme".