La Copa Galicia viajó del Pazo Paco Paz de Ourense a Santiago como predecía el escalafón. El Obradoiro se adjudicó el título autonómico por sexta temporada consecutiva, aunque no sin sudarlo ante un Leyma Básquet Coruña batallador. Los de Tito Díaz sorprendieron de inicio a los de Moncho Fernández con un sensacional Chus Castro. Suyos fueron los primeros cinco puntos del partido. Yusta, Pozas y Triguero le dieron la réplica pero la defensa obradoirísta no secaba al escolta eibarrés (8-9).

El partido no encandilaba pero al menos deparaba pelea. Los de Moncho Fernández seguían dado una impresión pobre, como la del viernes ante el Marín y al conjunto herculino le bastó con defender bien para estar en el partido, al menos hasta el tramo final del cuarto 20-17. En el segundo apretó el equipo compostelano y el Leyma ya no fue el de los diez primeros minutos. Una buena defensa obradoirísta y el triple le dieron la primera renta a (31-23, m.15).

Tito Díaz intentó cortar la dinámica con un tiempo muerto, pero su equipo poco pudo hacer para frenar la mejor versión del ACB y la primera parte casi termina con la final (43-30). Parecía un partido claramente encauzado a favor del Obradoiro, pero el equipo de Tito Díaz subió el tono de su defensa y con Monaghan de base, seis puntos importantes de Larry Abia y los triples de Burjanadze le devolvieron la emoción al resultado.

El Obradoiro hacía muchas rotaciones y ya no tenía las ideas tan claras como en la primera parte. Como consecuencia, al final del tercer cuarto solo había cinco puntos de diferencia entre los dos equipos (59-54). El último cuarto arrancó con un intercambio de canastas y a siete minutos del final se mantenían los cinco puntos a favor del conjunto compostelano (63-58).

Su entrenador, Moncho Fernández, pensó que era el momento de devolver a la pista a los pesos pesados. En un momento se fueron hasta los 12 puntos (70-58).

El conjunto coruñés seguía ofreciendo un buen baloncesto en un Paco Paz demasiado desangelado tres meses y medio después de explotar de júbilo con el ascenso (aplazado) del COB. Pero el partido y la pretemporada empezaron a pesarle en las piernas a los de Tito Díaz y el Obradoiro se ahorró el susto en la celebración.