"Ha sido un buen punto ante un buen equipo". El entrenador del Alondras, Jorge Otero, tiene muy clara la valoración de la igualada que los suyos lograron ante el Polvorín, en un encuentro con alternativas en el que comenzaron ganando para acabar teniendo que equilibrar un 1-2 adverso. El técnico se muestra satisfecho, pero eso no impide la necesaria dosis de autocrítica. Y esa no es otra que el hecho de "no haber empezado la segunda parte con la intensidad necesaria. Ahí fue cuando en diez minutos le dieron la vuelta al partido". "Debemos ser más fuertes defensivamente", afirma, antes de subrayar que "con el 1-2 no nos descompusimos, nos fuimos arriba y conseguimos empatar".
Otero realiza una lectura positiva del choque, como esa fortaleza mental para no derrumbarse ante un resultado adverso, pero también apunta que hay que seguir puliendo aspectos para encontrar el Alondras que él desea. "Debemos salir con más intensidad, saber que esos primeros minutos de la segunda parte el rival que va por debajo en el marcador, saldrá a por todas".
Lo bueno es que el punto sumado por los cangueses le sirve para extender su racha positiva -ha sumado siete de los últimos nueve puntos- y para marcar ya una distancia de cinco puntos con respecto al descenso directo. Pero la situación clasificatoria de Celta B, Pontevedra o Racing de Ferrol en la Segunda B podría provocar algún arrastre, ampliando el número de descensos. "No podemos confiarnos. Tenemos que seguir sumando, si puede ser de tres en tres, y no hacer muchas cuentas", afirma. Con 31 puntos en su casillero y en la undécima plaza, la batalla por la permanencia no ha hecho más que empezar.
Otero solo piensa en "preparar bien el próximo partido y que el equipo vuelva a ser consistente", y recuerda que "lo que hicimos la semana pasada ya no nos sirve. Hemos de prepararnos bien y pelear por los tres puntos, y olvidarnos de que llevamos una buena racha, porque el pasado ya no nos sirve". El rival del fin de semana es la UD Ourense ,"otro equipo que presiona mucho, un histórico, con campo grande... Sabemos que tenemos que atacarlos, que hacerlos correr. Si no damos el cien por cien de nosotros, no tendremos nada que hacer". Pero también apunta que "la implicación debe ser la máxima, y hasta el momento lo está siendo, no tenemos queja".
