El Domaio y el Cerponzóns cerraron el año con un encuentro muy igualado y con pocas oportunidades de gol. Sobre el césped artificial del campo de A Granxa ambos clubes exhibieron su mejor fortaleza: las defensas seguras. Se impusieron claramente a los ataques. Ningún zaguero se dejó coger las espaldas en todo el partido y estuvieron rápidos al corte.

La mejor ocasión del choque llegó en la primera parte y fue un gol anotado por Almirón, del Ceponzóns, que el colegiado anuló por un control previo con la mano. Antes del descanso el Domaio apenas dispuso de un par de aproximaciones destacadas, obra de Hugo y Róber.

En la segunda parte se repitió el guión, con mucho balón dividido y pocas oportunidades. Quizá las más claras en este periodo cayeron del lado local, como un mano a mano de Róber que el árbitro desbarató por una falta previa. La decisión fue un protestada por el banquillo del Domaio. Un disparo lejano de Cela fue la otra oportunidad.

Los locales fueron dirigidos por su segundo técnico, Cristian Gil, y contaban con varias bajas en la plantilla que sin duda condicionaron el planteamiento.

Sin un nuevo parón por periodo navideño, la próxima semana el Domaio visitará al Mosteiro con la intención de regresar a la senda de las victorias y poder engancharse definitivamente a la pelea por el playoff de ascenso de categoría.