A pesar de contar con Rubén Soliño como central específico, y con la posibilidad de que Tihomir Doder también ocupe esa demarcación, el Frigoríficos del Morrazo sigue insistiendo en la contratación de otro central en lo que sería la guinda para cerrar la plantilla que dirigirá Nacho Moyano. Las negociaciones están bastante avanzadas y la próxima semana debería concretarse ya este último refuerzo, que pondría el broche de oro a uno de los equipos más profundos que ha tenido en su historia el conjunto cangués.

De este modo, será habitual ver cómo Nacho Moyano debe realizar varios descartes cada semana y cómo algunos de sus jugadores (Brais, Martín Gayo, Peiró, Pablo Castro o incluso David Iglesias) pueden alternar entre el equipo de Asobal y el Luceros de la Primera Nacional.