El Bueu Atlético se impuso al Teucro (31-27) en un duelo en el que hizo valer su gran primer tiempo y en el que supo sobrevivir a la locura en que se convirtió el segundo. La ausencia de marcador -se estropeó el del pabellón y tampoco funcionó el que se trajo de Beluso- fue solamente uno de los ingredientes a un cóctel en el que hubo lesiones -la de Gerhardt mermó a los visitantes-, una roja y hasta ocho exclusiones para los locales por ninguna para los visitantes.

Los pontevedreses explotaron bien los minutos iniciales con un buen Gerhardt y los kilos de Dani Bernárdez en los seis metros, lo que les permitió tener ventaja (4-6) antes de que algún ajuste defensivo diese a los buenenses la alternativa (7-6). La solidez atrás y un par de buenas manos de Risi catapultó a los locales, que en ataque sacaban provecho de su continuidad en el juego. Así, un parcial de 8-1 rompió el choque (del 9-9 al 17-10). El Teucro solo anotaba desde los siete metros con un infalible Garrido, aunque pudo recortar mínimamente antes del paso por vestuarios (19-13).

La lesión de Gerhardt en el arranque de la reanudación parecía inclinar un poco más la balanza hacia los de Irene Vilaboa, pero no fue así. El Teucro planteó un agresivo 5.1 con Figueiredo de avanzado y las ideas del Bueu se atascaron. Héctor apareció bajo palos y Risi veía la roja. Los visitantes habían convertido el partido en un correcalles pero parecían sacar réditos (20-17, minuto 37), más aún cuando se colocaban a un solo gol (23-22). Las exclusiones se concatenaban en el Bueu Atlético, pero los locales supieron sobrevivir, gracias en parte a un Edu Alonso que apareció cuando más lo necesitaba su equipo. Las distancias se mantenían entre dos y tres goles y el Bueu Atlético supo amarrar su sexto triunfo de la temporada.