Kárate de primera en A Estrada

El club estradense de kárate, Budoyama, dice adiós a lo que ha sido un extraordinario año tanto en relación a rendimiento, como en lo tocante a matrículas. De hecho, ayer por la mañana el propio alcalde, José López, quiso recibirlos en la casa consistorial para rendir homenaje a su gran trabajo llevando el nombre de A Estrada por todo el país, e incluso más allá de la frontera española.

El responsable del club, Marcelo Machado, aseguraba sentirse muy contento y orgulloso de la calidad de todos los integrantes, cuyos resultados en las competiciones tanto nacionales como internacionales han sido más que salientables. En esta línea, cuenta que “tuvimos pasaje de cinturones de alumnos que llevaban más de diez años entrenando en el club, prácticamente crecieron con nosotros. Tuvimos también un mundial, en el que una de nuestras alumnas se erigió como subcampeona del mundo, además de conseguir subir al podio en todas las categorías en las que competimos”. Continúa explicando que “este mes tuvimos en Barcelona el campeonato internacional europeo, donde participaron 38 clubes y en el que también sacamos primeros puestos, incluso llegando a disputar las dos primeras posiciones en la misma categoría con dos miembros del club”.

Para Machado lo más importante, sin embargo, no son los resultados, si bien los agradece. Él se enorgullece particularmente del buen ambiente del club, que con el paso del tiempo se parece más a una familia. Por sus manos han pasado niños que ahora son adultos y nunca han abandonado este deporte, “los he visto crecer, formo parte de su vida y ellos de la mía”.

Dejando a un lado el buen año que ha sido este 2022, el atleta estradense asegura que “hemos pasado nuestras dificultades. Durante la pandemia, por ejemplo, nunca dejamos de entrenar, pero lo hacíamos mediante videollamada. Esas sesiones no las cobrábamos, solo queríamos que la gente se mantuviese activa y no se desenganchase del deporte. Por fortuna, ahora hemos aumentado considerablemente la matrícula, y si antes estábamos en unos 50 inscritos, ahora rondamos los 80”. Lo que más le gusta de esto es que “vienen familias a entrenar juntos, cada uno en su categoría”, y que la edad nunca es un impedimento; “tenemos a alumnos de más de 60 años”.