–¿Qué valoración hace de la temporada que finaliza?
–Ha sido una temporada bastante buena, y con resultados positivos. Destacaría el doble quinto puesto en el Campeonato de Europa en doble mixto con Nikol Carulla y por equipos, después de perder 3-2 contra Francia. Luego quedé campeón de España en el dobles mixto Sub-17 y doble subcampeón de España en Sub-19 y Júnior, tanto en dobles masculino, con Javier Álava, y como en el mixto con Nikol.
–Sería bonita esa experiencia en el Europeo.
–Este fue mi segundo Europeo. Esta vez tocó en Eslovenia y la verdad es que fue una pasada. Competimos con gente de gran nivel y vimos que no estamos tan lejos de los daneses o franceses. Hace unos años sería imposible. Nosotros perdimos al final con los franceses en un tercer set y por dos puntos. Eso fue lo que nos separó de una medalla. Eso es algo con lo que nadie contaba.
–¿Por qué terminó decantándose por esa especialización en el dobles?
–Desde pequeño, con mi padre, siempre potenciamos mucho el dobles y vimos que nos daba resultados. No nos ha ido mal. Sin embargo, a partir de esta temporada voy a jugar más individual. En el último campeonato de España ya jugué individual y perdí en cuartos de final. Los objetivos este año serán pelear por la victoria en el dobles mixto y en el individual. Este será mi primer año en la categoría júnior y tenemos Campeonato de Europa en Serbia y Campeonato del Mundo en Santander. En el Europeo intentaremos buscar la clasificación en las tres modalidades, individual, dobles y mixto.
–Creo sin embargo que primero toca superar una lesión.
–Sí, ahora me toca descansar un poco. El próximo día 23 me voy a operar de un síndrome compartimental en el antebrazo. Tendré para unas cuatro semanas de recuperación. No es mucho tiempo. Es importante hacerlo porque es una lesión que me estaba obligando a bajar la carga de entrenamiento. Cuando me duele no puedo hacer nada. Es un problema que tengo que cortar ya o no voy a poder seguir entrenando a este nivel.
–¿Qué tal esa pareja que formó hace poco con Nikol Carulla?
–Nos está dando muy buenos resultados y vamos a seguir así. Nuestro gran objetivo juntos está en 2023, en el Campeonato del Mundo que se celebra en Hawái. Ahí seremos los dos júnior de segundo año y es una buena oportunidad. En el 2022 vamos a ser los pequeños de la categoría, pero en Hawái seríamos los mayores y creo que podríamos ir con posibilidades de hacer algo bonito.
–Es usted ambicioso.
–Soñar es gratis. Hay que pensar siempre a lo grande. Que no se diga que no lo intentamos.
“Gracias a mis padres soy lo que soy”
–¿Cómo se lleva eso de ser hijo del presidente de la federación y entrenador?
–A veces no es fácil. En mi caso creo que he salido bien parado pero a veces tienes que escuchar comentarios de gente que no son agradables. Creo que lo llevo bastante bien.
–Eso lo llevó sin embargo a crecer con una raqueta de bádminton en la mano.
–Es cierto. Gracias a mi padre soy lo que soy. Si no fuese por él nada de esto sería posible. No habría logrado todo lo que he logrado. También mi madre, que desde pequeño estaba ahí lanzándome los volantes. Les debo mucho a los dos. Con su ayuda he llegado a ser un deportista casi de élite.
–Durante un tiempo alternó atletismo y bádminton, ¿por qué terminó decantándose por el bádminton?
–Cuando era más pequeño el bádminton me daba más salidas a nivel nacional. En el atletismo competía en un nivel territorial, al menos hasta júnior. Sin embargo, con el bádminton iba a competir por toda España. Esa fue una de las razones principales por las que me decanté en el bádminton.
–¿Cómo es su día a día en el Centro de Tecnificación de Pontevedra?
–Entrenamos todos los días. Martes y jueves solo por la tarde y lunes, miércoles y viernes mañana y tarde. Al principio era difícil pero ahora ya estoy acostumbrado.
