El Disiclín Balonmán Lalín se sobrepuso ayer a las bajas para lograr un importante y solvente triunfo por 22-27 en la pista del Cañiza. Los de Cacheda, tras su empate ante el OAR, no tenían margen de error ante un rival que ha comenzado la temporada en la zona media-baja y cumplieron con su papel con una actuación sólida a nivel defensivo. Sus ventajas en el marcador fueron constantes, abriendo una brecha en el tramo final que les permitió encarar los últimos minutos con el encuentro decidido.

Cacheda había aludido a las dudas con las que afrontaban este partido, tanto por las muchas e importantes bajas como por los problemas que vienen arrastrando desde el inicio de temporada. La victoria ante el Cañiza no despejó esas inquietudes sobre su confianza a la hora de atacar la meta rival pero sí sirvió para mostrar que su defensa es un buen punto de partida para seguir creciendo. Los rojinegros se mostraron como un equipo sin fisura en su pista. Bien apoyados en la portería, dejaron poco lugar a las ilusiones de un Cañiza que fue siempre a remolque, especialmente en la segunda parte. A pesar de tener que forzar jugadores tocados y de tener que alargar rotaciones de otros, el Disiclín fue un rival demasiado sólido en el cómputo global de los sesenta minutos.

Los de Cacheda continúan así una jornada más en lo alto de la clasificación a la espera de batallas más decisivas para sus aspiraciones. “Estar en esta situación nos ayuda, nos motiva y nos permite mantener la tensión competitiva”, afirmó el técnico al tiempo que destacó el buen debut con el primer equipo del juvenil Adrián Ferradás. El día de su cumpleaños pudo disfrutar de cinco minutos de juego en los que incluso anotó un gol. “Tengo que felicitarlo y animarlo a seguir trabajando así”.