Fue una final y no podía vivirse de otra manera. El Estradense, ese equipo con el que pocos contaban hace solo un par de meses, afrontaba la última jornada de la primera vuelta con la oportunidad de hacer algo grande, algo que nunca antes habían logrado. Los rojillos han sido toda la temporada un enano caminando entre gigantes, un equipo hecho con tanto cariño como limitaciones pero que fue capaz de rehacerse en los duros momentos vividos esta temporada para llegar a la última jornada con una bala, la más importante de todas, y no la desaprovecharon.
El partido ante la UD Ourense era un todo o nada. Un ganar o verse metidos en una perra fase por la permanencia en la que ocho equipos de doce terminarán bajando a Preferente. No era un mal premio, pero sin embargo casi ni se habló de él. El Dorado pasaba por terminar la primera fase entre los seis mejores para disputar por primera vez una fase de ascenso a Segunda División B.
Y los de Alberto Mariano terminaron ganando. Lo hicieron en un partido abierto, en el que cualquiera pudo ganar y en el que demostraron una vez más la personalidad que ha ido ganando este bloque con el paso de los años. Si de algo ha servido esta primera parte de la temporada es para consolidar a un equipo capaz de rehacerse, levantarse tras cada golpe y, especialmente, de aprender de sus errores.
Solo así se entiende como un equipo en que la jornada catorce era penúltimo del grupo ha terminando siendo cuarto en la jornada 22. Los rojillos pasan ahora a una fase por el ascenso en la que se medirán a Villalbés (que comienza líder con 40 puntos), Fabril (32), Estradense (31), Choco (31), Bouzas (31) y Silva (30). “Toca celebrarlo hoy y comenzar a trabajar mañana”, afirmaba tras el partido Alberto Mariano, un hombre que destacó el mérito de sus jugadores tras todo el sufrimiento vivido.
Un buen ejemplo es Brais Calvo, el máximo goleador del Estradense esta temporada y autor del tanto clave ante el Ourense. Llegaba lesionado pero forzó para jugar. Comenzó el partido en el banquillo y salió en el minuto 60 para terminar anotando un gol histórico.
