El Estradense iniciaba la temporada en Tercera con una ventaja sobre muchos su rivales. Los rojillos habían logrado mantener el joven bloque que logró la permanencia con holgura la pasada temporada, algo que, unido a un cuerpo técnico que afronta su cuarta temporada consecutiva en el club, les daba un modelo de juego y unos automatismo adquiridos antes de empezar la pretemporada. Sin embargo, en las seis primeras jornadas, los de Alberto Mariano han ido mostrando más las descosuras de un equipo poco hecho que la solidez de un bloque armado. Luces y sombras que quedan plasmadas en su dualidad en cuanto al gol.

Los rojillos son en estos momentos el equipo más goleador del Grupo B de la Tercera División, con once goles, casi a dos por encuentro disputado. Por detrás de ellos estarían Ribadumia y Ourense con nueve. Esta facilidad para ver portería contrasta con sus dificultades para mantener la suya a cero. No han sido capaces de hacerlo en ninguno de los seis partidos disputados. Pero además, son el equipo más goleado del grupo, con doce tantos en contra, a dos por encuentro jugado. Esta cifra negativa solo la iguala el Ribadumia.

En contra del Estradense destacan los problemas a la hora de defender las jugadas a balón parado. De los doce tantos encajados, cinco vinieron en jugadas de estrategia. Además, en los últimos cuatro partidos, encajaron cuatro acciones a balón parado, una ante Ribadumia, otra ante Arenteiro y el pasado domingo dos en la derrota ante el Ourense.

Alberto Mariano lleva tiempo incidiendo en la necesidad de encontrar un equilibrio entre su ataque y lo que califica como su “punto débil” hasta el momento, la defensa. “En una liga tan igualada los detalles son los que marcan la diferencia. Contra el Ourense nos tiraron cuatro veces y nos metieron cuatro goles. Es un resultado que no hace justicia a los visto. El 4-1 es muy exagerado. Fueron dos balones, una transición y un regalo”, manifestó. El técnico considera sin embargo que los problemas defensivos vienen en muchos casos de más atrás. “En una jugada a balón parado a veces los duelos individuales se ganan y otros se pierden. Son jugadas que trabajas pero luego en el partido pasa de todo en el área. El problema es que hay que evitar hacer esas faltas que generan peligro. A veces no son necesarias y otras se pudieron hacer antes”.

Mariano sin embargo alabó el trabajo que están realizando sus jugadores y destacó que se no se trata de un problema de falta de actitud. “Mientras los chicos sigan trabajando así, los voy a defender. El equipo suda la camiseta en cada partido y juega con mucha intensidad. No hay que llevarse las manos a la cabeza. Esto está muy igualado y va a cambiar mucho cada jornada”, manifestó.