El Embutidos Lalinense ha tardado poco en cerrar la herida abierta hace solo unos días con la derrota ante el Bueu. Los de Pablo Cacheda recuperaron ayer su mejor versión para arrollar al Seis do Nadal en una siempre complicada salida. Este resultado se unió al tropiezo del Lanzarote, que perdió en la pista del Cañiza. Esto deja a los rojinegros en la primera posición de la clasificación con un punto más que el Chapela y con dos más que un Lanzarote que ha jugado un partido menos.

El mal sabor de boca dejado por el partido contra el Bueu hizo que el Embutidos Lalinense saltase al pabellón de Coia con la intención de resarcirse. Los visitantes arrancaron con un parcial de 0-4, una ventaja que aumentaron en el tramo final de la primera parte para llegar al descanso con un claro 9-17 a su favor. En la segunda parte los de Cacheda abrieron incluso más brecha, con ventajas que rondaron los diez tantos pero que se redujo un poco en los minutos finales.

"Fue un partido plácido a pesar de que es una pista siempre complicada y jugando en un horario al que no estamos muy acostumbrados", reconoció el entrenador dezano. "Tras el tropiezo del pasado fin de semana hicimos una gran semana de trabajo. Quería sin embargo ver cómo respondía el equipo en la pista y creo que respondió como tenía que hacerlo. En ningún momento agachamos la cabeza", añadió el entrenador del Lalinense.

Para Cacheda, los resultados de las dos últimas jornadas han apretado la clasificación en la parte alta. Su fallo y ahora el del Lanzarote han permitido al Chapela meterse de lleno en la pelea por las dos primeras posiciones, mientras que el Xiria, que parecía descartado, se ha acercado a ellos.