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fútbol - Preferente

El coleccionista de escudos

Con 39 años el lalinense Marc Vidal aterriza en el Boimorto de la Preferente Norte - A lo largo de su carrera ha militado en trece clubes desde Segunda B hasta Tercera Autonómica

Marc Vidal posa con los escudos de todos los equipos en los que ha jugado. // Bernabé/Javier Lalín

Camino de los cuarenta Marc Vidal ve el fútbol desde una perspectiva diferente. El jugador dezano recuerda con añoranza tiempos pasados en los que este deporte y sus protagonistas eran de una pasta diferente y la pasión inundaba los campos, tanto en el césped como en las gradas. Marc Vidal es un dinosaurio en el fútbol moderno, pero uno que ha sabido adaptarse para no morir aplastado por un meteorito. Quizás esa capacidad para sobrevivir es la que lo convierte en un futbolista especial, capaz de afrontar con 39 años una nueva aventura en una categoría tan competitiva como la Preferente. El Boimorto será su destino esta temporada, un escudo más que sumar a una lista que ya forman trece clubes de diferentes puntos de Galicia. En todo este tiempo ha jugado desde Segunda B, en equipo como el Lugo o el Ourense, hasta Tercera Regional, con el filial del Lalín.

Vidal recuerda que dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en el Lalín cuando solo tenía seis años. Eran tiempos de pasión por el fútbol y por el Lalín, el club en el que dio el salto a la categoría sénior y se hizo un nombre en el fútbol gallego. Sin embargo, pronto comenzó su periplo por diferentes equipos. Lugo, Santa Comba, Compostela, Bergantiños, Villalonga, Estradense, Ourense, Estudiantil, Arenteiro, Piloño y, al final del camino, el Boimorto. Sus mayores etapas fueron en su Lalín y en los últimos años en el Piloño.

Acostumbrado a vivir con la maleta a cuestas Marc Vidal reconoce que, de todas sus etapas saca grandes recuerdos y muy pocos negativos. "De los mejores momentos que recuerdo está el ascenso del Estradense a Tercera, porque un ascenso siempre es especial. En el Villalonga también lo pasé muy bien, igual que en el Arenteiro, aunque solo estuve seis meses. Jugar en Piloño también es una maravilla. Después están por supuesto el Lugo y el Ourense, porque me dieron la oportunidad de jugar en Segunda B y en campos como el Molinón", recuerda. "En todos los equipos por lo que pasé estuve muy bien. Ayudó sin embargo que siempre estuve en sitios en los que me pagaron al día y en los que siempre jugué", afirma. Hay sin embargo un equipo un paso por encima de los demás, el Lalín. "El Lalín siempre será el Lalín por muchos equipos en los que juegue", sentencia un hombre que creció viendo los entrenamientos del primer equipo rojinegro.

Marc Vidal no se quiere poner fecha de retirada a pesar de rondar los cuarenta. Para él, lo más importante es la ilusión, y esa la mantiene intacta. "Con cuarenta años todavía tengo ganas de competir y, si las lesiones me respetan, quiero seguir. Lo haré el día que no me vea al cien por cien o que pierda la ilusión pero ese día no ha llegado", afirmó el jugador lalinense. "Son tantos años en el fútbol que me da un poco de vértigo pensar en qué voy a hacer cuando lo deje". Marc disfruta además de un buen momento a nivel físico. Ha perdido varios kilos y trabajado su físico para aguantar la exigencia de competir el Preferente.

El jugador lalinense disfruta además de una de las cosas que más agradece del mundo del fútbol, el conocer un gran número de personas y también diferentes formas y "culturas" de afrontar este deporte. En este sentido recuerda que ha pasado tanto por equipos de primer nivel, con vestuarios en los que la mayor parte de los jugadores eran fichados con grandes sueldos, a otros más "de pueblo" pero con la misma o más pasión.

Precisamente esa pasión es la que echa en falta en las nuevas generaciones de jugadores con las que ahora se encuentra en los campos. "El fútbol de ahora no tiene nada que ver con el de hace veinte años. No es la misma profesionalidad, ni los sueldos, ni el arbitraje, ni la pasión, ni el nivel de los jugadores. Los chavales de 18 años son muy diferentes a nosotros con la misma edad. Si con esa edad me decían de jugar con el Lalín habría ido andando hasta Madrid".

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