El Embutidos Lalinense Balonmán Lalín dobló ayer la rodilla en el Municipal de Chapela en un mal partido de los de Milucho en todas sus líneas. El choque entre aspirantes a una plaza para la fase de ascenso cayó del bando local, donde Fran Teixeira salió victorioso en el duelo de banquillos. El Rodosa-Chapela supo descubrir las vergüenzas de un Lalinense que cuando deja de jugar en bloque se convierte en un equipo vulgar. La falta de orden y de ideas en el cuadro del Arena fue aprovechada por los de Redondela para llevar el choque a su terreno, con un balonmano muy lento, pero efectivo. El conjunto visitante también echó de menos la mejor versión de Durán bajo palos, que aunque sin hacer mal partido se contagió del tono mediocre y ramplón de la escuadra rojinegra.

Tanto en la primera parte como en la segunda el Lalinense se mostró en la tarde de ayer mal en defensa y muy anárquico en ataque, con cada jugador intentando hacer la guerra por su cuenta delante de un Rodosa que siempre tuvo claro a qué jugar. El resultado final hizo honor a lo visto sobre la pista entre dos equipos que jugando cómo saben seguramente habrían ofrecido un indudable mejor espectáculo.

El Club Balonmán Deza dio ayer un paso atrás en su pelea por asentarse en la zona media de la tabla de la Primera Autonómica. Los pupilos de Pincho cayeron por un ajustado 29-30 delante de un Galipizza Viveiro que cimentó su victoria con una completa segunda mitad. El Balonmán Deza ofreció su mejor cara durante la primera media hora, llegando al descanso con una ventaja de seis goles. Sin embargo, en la reanudación, la pérdida consecutiva de varios balones puso cuesta arriba el encuentro para los verdiblancos en el duelo de la séptima jornada.