El pabellón Coto Ferreiro se vistió ayer de gala para acoger las semifinales de la Copa RFGF de Tercera División, un duelo a cuatro bandas que se decidirá hoy en el mismo escenario con la disputa de la final. La tarde empezó con sorpresa, ya que el Talleres ABC Coruxo derrotó por 1-2 al Sala Ourense, campeón de liga. El plato fuerte para los aficionados llegó justo después, con el partido que enfrentó al Mimela-Inversia A Estrada Futsal contra el Pazos de Borbén, un duelo que terminó cayendo del lado de los visitantes por 1-3. Coruxo y Pazos de Borbén se jugarán de esta manera el título en un encuentro que arrancará a las 12.00 horas.

El choque disputado por los estradenses en la tarde de ayer estuvo marcado por la igualdad, algo habitual en los partidos entre ambos equipos. Tras la sorpresa de la eliminación del Sala Ourense, el A Estrada Futsal se medía a un rival al que esta temporada había logrado superar en la clasificación pero con el que siempre mantiene duelos tan bonitos como tensos. En esta ocasión no fue diferente y todo se decidió a favor de los visitantes con un tercer tanto a falta de veinte segundos.

Los de Marcos Sesar salieron a la pista con la intención de minimizar errores ante un rival que sabe aprovecharlos. A pesar de esa cautela se toparon pronto con un tanto en contra por culpa de un fallo defensivo. A partir de ahí, buscaron la igualada, aunque tuvieron delante a un rival muy ordenado que dio pocas concesiones defensivas.

En la segunda parte sin embargo, el partido dio un vuelco gracias al tanto de Moro. Con el coque empatado, los estradenses vivieron sus mejores momentos, con varias ocasiones claras a las que respondió con acierto el meta visitante. Cuando mejor estaban, llegó el segundo tanto del Pazos de Borbén en un rechace. Ese tanto llevó al equipo de Marcos Sesar al punto que quería evitar, ante un rival que se mueve bien en esas situaciones y con un equipo cansado por la obligadas acumulación de minutos por las bajas. Los locales murieron atacando, incluido el portero delantero en el tramo final. Un balón perdido en los últimos segundos permitió al Pazos de Borbén colocar el 1-3 con el que terminó el choque.

Tras el partido, Sesar calificó al equipo rival como justo vencedor del duelo y lamentó el cansancio que les impidió dar un último ataque de rabia a por el empate.