El banquillo del Estudiantil jugó ayer en O Carballiño con la creencia que en el caso de que la contienda finalizase con empate habría una prórroga antes de la muerte súbita. "No sabía que iba a haber penaltis, que si lo llego a saber hubiera hecho antes los cambios porque pensaba que íbamos a tener más tiempo", reconoció un Gelucho que tampoco quiso más importancia de la debida al desconocimiento del banquillo visitante sobre la mecánica de la eliminatoria de vuelta que, finalmente, cayó del bando carballinés.