El presidente del Tabeirós no escondió su malestar con la dura sanción impuesta por la federación. Al margen de castigo al jugador, por la que no quiso entrar a valorar ni justificar en ningún caso su acción, el dirigente mostró su rechazo por la sanción económica a la entidad y dejó caer la posibilidad de retirar al equipo de la competición y volver a crearlo la próxima temporada uno nuevo. "Esta sanción tiene un afán recaudatorio. Ni los de Tráfico hacen algo así. Ahora mismo no tenemos ese dinero pero tampoco vamos a aceptar ningún tipo de sanción económica. Quien me dice a mí que pagamos y a las pocas semanas a otro jugador se le vuelve a cruzar el cable y vuelve a pegar a otro árbitro", argumentó. Pipo espera reunirse con el resto de directivos para tomar una decisión sobre las medidas a tomar y analizar las consecuencias de una posible retirada.