Los duelos entre el Arenteiro y el Arosa rezuman aroma de buenos recuerdos para ambos clubes. Los máximos representantes del fútbol de O Carballiño y Vilagarcía vienen compartiendo rivalidad desde hace varias décadas, incluso en aquella Segunda B de los años 80 en los que el barro se confundía con el césped. Mañana sábado ambos clubes arrancarán la segunda vuelta en 2ª RFEF midiéndose en O Espiñedo en el primer partido de la temporada con siete puntos en juego, es decir, los tres de premio, los tres que no suma el rival y el añadido del golaverage particular.

En el caso de los ourensanos, su temporada no está obedeciendo a lo más deseado. Ubicados en zona de descenso con 17 puntos, al menos vieron aliviada su carga al imponerse en la última jornada de la primera vuelta al Avilés (1-0). Un solitario gol de Sylla, cuando su equipo estaba jugando en inferioridad numérica, se tradujo en tres puntos que llevan a su equipo a empezar a ver el futuro con mayor optimismo.

Una vez dejados atrás los encantos de la Copa del Rey, el Arenteiro parece empezar a dar su mejor cara

Lo cierto que una vez dejados atrás los encantos de la Copa del Rey, el Arenteiro parece empezar a dar su mejor cara. Después de tener la histórica oportunidad de recibir a todo un Valencia en O Espiñedo el pasado mes de diciembre en la segunda ronda copera, la excitación parece haber dado lugar a la focalización en el objetivo liguero. Una evidencia de esa mejoría es que los de Fran Justo solo han encajado un gol en las últimas tres jornadas, un tanto que además llegó ante el Unión Adarve (0-1), líder de la categoría.

La última derrota cosechada por el próximo rival del Arosa fue precisamente ese 12 de diciembre ante el líder. Luego llegó el empate en el feudo del Navalcarnero y el triunfo ante el Avilés, cuarto y sexto clasificados respectivamente. Además, a la dificultad de sus dos últimos rivales se añade otro dato sintomático respecto a la mejoría de los verdes, y es que ni madrileños ni asturianos fueron capaces de hacerles gol.

Ambos equipos comparten el objetivo de la permanencia. INAKI ABELLA DIEGUEZ

Acerca de la trayectoria de los de O Carballiño llama también la atención el hecho de que una de sus únicas tres victorias hasta la fecha se haya logrado en el último encuentro. Precisamente esa dificultad para sacar los partidos adelante es lo que al término de la primera vuelta ha revalorizado los 8 empates cosechados. Y es que los de Fran Justo son, junto a los dos últimos clasificados (Llanera y Ceares), los que menos victorias han logrado, pero también son el equipo que más veces ha firmado tablas con hasta 8 empates, los mismos que el Compostela.

La cercanía en la tabla clasificatoria es otro factor a tener muy en cuenta. Si bien los ourensanos están en posiciones de descenso, con cuatro puntos menos que los arlequinados, la realidad indica que una derrota en O Espiñedo situaría a los de Jorge Otero en una incómoda situación para iniciar la segunda mitad de liga, más si cabe si el 1-0 que se registró en A Lomba también pierde su valor.

Una tendencia que obliga a reaccionar

A la importancia de los tres puntos en juego, cabe añadir la necesidad que tiene el Arosa de cambiar la tendencia en la que se haya inmerso en cuanto a resultados. Una sola victoria en las cinco últimas jornadas, aderezadas con un empate ante el Leganés B y derrotas ante Pontevedra, Compostela y Bergantiños, explican una línea de resultados que no está en condiciones de demorar un punto de inflexión. Mención aparte merece un objetivo como es el de dejar la portería a cero, cuestión que también hace cinco jornadas que ha dejado de conseguirse.

Con el COVID alterando la normalidad

Después de una semana de inactividad competitiva estipulada por calendario, el COVID también se hizo notar en la dinámica de trabajo del Arosa, con varios efectivos obligados a guardar cuarentena. En el caso de Cotilla, el lateral zurdo ya trabaja con el equipo desde el lunes y al día siguiente lo hicieron Mon y Campillo. El miércoles también se reincorporó Alberto Martín. Todos ellos sin síntomas de ningún tipo y tras dar negativo en el test previamente realizado al inicio de la sesión. Será el de O Espiñedo un partido marcado también por lo disciplinario puesto que Jorge Otero y el preparador físico Miguel Fontán no podrán estar en el banquillo, al igual que Pedro García por ciclo de tarjetas.