Cumplió el pronóstico el Calmear Rasoeiro derrotando al Chapela, lo que le permitirá comerse el turrón como líder. Fue un partido que, pese a las bajas, los grovenses controlaron en todo momento, con rentas cómodas, aun sin abrir ventaja definitiva para cerrar el choque.

El Chapela se mantenía vivo merced a su buena conexión con el pivote, una posición que el Rasu estaba algo más coja con la ausencia a Rodri Mouco. En la segunda parte la ventaja estabilizó con guarismos algo superiores hasta alcanzar una máxima de 7 (27-20).

Fabián González reconocía que “acusamos algo de relajación, parecía que sólo apretábamos solo cuando el Chapela recortaba su desventaja. El equipo estuvo un poco más parado, máxime cuando supimos de un positivo en COVID que se registró en la plantilla y que siempre hace surgir cierta inquietud, que ahí se quedó, no cundió más y la situación se controló”.