A sus 27 años el meañés Carlos Gehrhardt es el capitán y uno de los buques insignias de un Asmubal de Meaño. Amén de principal artillero, acumula en su haber una trayectoria que incluye el paso por Asobal con el Teucro durante tres cursos.

– ¿En qué momento físico llega el equipo a este sprint final?

– Los parones no nos han sentado bien. Tras el último, estamos volviendo a recuperar, creo que estaremos al cien por cien para los dos partidos que nos quedan.

– Sin rodeos: ¿el objetivo es el título?

– Directamente, sí, ahora vamos a por él. Por delante nos quedan partidos que tenemos que ganar, el último una final con el Artai. Pero aún así, nada está claro. Con lo enrevesado del sistema de clasificación, podría darse que, aun habiendo perdido un único partido y cedido un empate en toda la temporada, nos quedemos sin título.

– Haciendo balance en perspectiva: ¿se planteaban a las primeras de cambio aspirar al ascenso a Primera Nacional?

– No, para nada. En principio fuimos muy racionales. Éramos conscientes de haber reunido una buena plantilla, pero aún así, lo primero era mantener la categoría. La verdad, todo ha venido saliendo mejor de esperábamos. Toda la gente está trabajando muy bien, formamos un equipo humano excelente, de hecho, para mí es el de mejor ambiente de todos en cuantos he estado. Somos un grupo muy unido, de buenas amistades, y eso se percibe en la cancha.

– Usted ha vivido ascensos a nacional con Artai y Teucro. ¿Le hace especial ilusión hacerlo con el Meaño?

– Como meañés que soy, por supuesto que sí. Sería un hito para Meaño, y en lo personal me hace una ilusión tremenda el poder colocar a Meaño arriba.

– El club ha denunciado la falta de apoyos del concello, que mismo usted arropó como capitán ¿Ese momento económico planea sobre las cabezas de los jugadores?

– En cierta medida sí, no podemos abstraernos de la realidad. El club está recibiendo prácticamente el mismo dinero que cuando mi padre era presidente, y de eso van allá 15 años o más. Desde entonces el club ha crecido muchísimo en equipos, en licencias, en proyectar la imagen de Meaño… Y las ayudas municipales apenas se han movido. Y es que en Meaño, los jugadores no solo no cobramos nada, sino que hasta ponemos dinero para jugar y representar a Meaño. Es triste, pero es la realidad. Sabemos que estamos peleando por un sector nacional de ascenso a categoría nacional, un hito histórico, pero podemos encontrarnos con que, si no hay dinero, no podamos viajar y jugar la fase. Y de hacerlo, en el caso hipotético de un ascenso, puede que tengamos hasta que renunciar.

– Como capitán y meañés: ¿Por dónde siente que pasa el futuro del equipo sénior?

– En Meaño, con dos equipos en categoría nacional y sin un apoyo decidido del concello, amén de incrementar el privado, es imposible. Ante todo, lo más importante, es que el equipo se quede en Meaño, y por ello vamos a luchar lo indecible. Pero si aquí el concello no se implica y no apuesta por el balonmano, no nos quedará otra que irnos y buscar otra sede. Hace años, al Asmubal mismo lo tentaron desde Ribadumia y Vilanova. Nosotros tendremos que aferrarnos a donde podamos hacer realidad este proyecto, que es la mejor generación de jugadores sénior que ha reunido el club. Y toca mantenerlo, y esperar a que llegue arriba la promoción de la categoría cadete, que es una hornada muy buena.