Sin haber podido apenas conciliar el sueño, Luis Carro reconoce que todavía está en proceso de asimilación del éxito conseguido tras la eliminatoria con el Miengo. Y es que el Ribadumia estará el lunes en el bombo para el sorteo de la Copa del Rey a la espera de que toque un rival de Primera División con las únicas excepciones de Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Real Sociedad, es decir, los equipos que disputarán la Supercopa.
– Lo del Ribadumia este año está siendo toda una sucesión de alegrías.
– La verdad es que sí, pero esto va de semana a semana y las sensaciones van cambiando. Empezamos bien en liga en un inicio de muchas dificultades, pero ese buen arranque nos ayudó a llegar bien y con confianza a este partido. El clasificarnos es un nueva inyección de moral. Una experiencia muy bonita que nos da acceso a otra aún mejor, pero la realidad del club es la liga. Tenemos que centrarnos ya en el partido del domingo en Cangas porque ese es nuestro pan de cada día y el que realmente marca la realidad del club y llevamos dos jornadas sin ganar.
– ¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando llegó el pitido final ayer en Miengo?
– La verdad, lo primero que se me pasó por la cabeza fue de manera fugaz todo lo que llevamos vivido en estos cuatro años. El palo del descenso, lo que nos costó el ascenso... Pero sobre todo pensé en la directiva. En lo complicado que está siendo todo este año económicamente y de asunción de responsabilidades. Si alguien merece una alegría así es la directiva. Es una pequeña alegría para compensar todo lo duro que va a ser y que está siendo esto. El bálsamo emocional que supone y el hecho histórico después de tantas dificultades es algo que reconforta porque está siendo un año tremendamente duro para toda la gente que trabaja altruistamente por el club. Luego también me acordé mucho de la gente de Ribadumia que, tal y como están las cosas, no podrá estar en A Senra disfrutando de una eliminatoria tan señalada.
– Lo cierto es que enfrente tuvieron a un muy digno rival que hasta tuvo un balón al palo en las postrimerías
– Me esperaba algo así en el partido. Lo más importante fue que nos adaptamos bien al campo porque nos preocupaba que fuese tan estrecho. Es cierto que los primeros minutos estuvimos más espesos a la hora de encontrar superioridades en su última línea. Entendimos después que la superioridad estaba por dentro. Lo leímos bien, pero pecamos de falta de finalización que es algo que nos pasa mucho. No estuvimos acertados en el primer tiempo, aunque creo que deberíamos habernos ido por delante. La verdad es que estuve más nervioso con el 0-1, la tensión era mayor por el temor a un accidente que te pudiese costar el empate. Todos veíamos incluso que éramos muy superiores al descanso. Mediado el segundo tiempo, aún con el 0-0, les dije a mis ayudantes que les diésemos tranquilidad porque el tiempo jugaba a nuestro favor e insistimos en la idea. Me quedo con que el equipo mentalmente estuvo muy bien, jugando con calma y haciendo valer el plan.
– Ahora toca cumplir el sueño de jugar contra un Primera División, ¿cómo valora esta situación?
– Es complicado de digerir, me cuesta asimilarlo. Todavía estoy un poco en modo celebración. Lo único que tengo claro es que intentaremos disfrutarlo, prepararlo lo mejor que podamos y, aún sabiendo que va a ser una situación casi imposible de ganar, pero sí la queremos disfrutar. La pena es que en mes y pico no va a cambiar mucho la situación actual y ojalá podamos meter gente en A Senra porque, salvando las distancias, en nuestro campo vamos a tratar de ser un rival muy complicado. A un partido y cuando no tienes factor campo puede pasar cualquier cosa, es casi una quimera, pero la ilusión no nos la quita nadie. Vamos a pelear por mínimo que sea nuestro porcentaje de posibilidades. El fútbol está lleno de sorpresas y este formato de Copa del Rey ayuda mucho en este sentido, pero lo más importante será disfrutarlo.
“Lo que no me gustaría es que tocase el Celta”
– A falta de los equipos de la Supercopa en el bombo del próximo lunes, se entiende que alguna preferencia especial habrá en cuanto al rival.
– Lo único que no me gustaría es que nos tocase el Celta. Las razones son que es un equipo también gallego, al que tenemos cariño y con más facilidad para poder ver desplazándose a Vigo. Sinceramente nos gustaría el rival más potente y un Atlético de Madrid estaría muy bien.
– Cuanto más grande sea el rival, mayor será la lástima al no poder disfrutarlo en un campo de A Senra a rebosar.
– Es cierto que sin eso se pierde un poco la esencia que se pretende con esta Copa. Va a ser distinto a lo que nos gustaría, pero aún queda mes y medio hasta ese partido y ojalá podamos meter muchísima gente, pero creo que va a ser un poco difícil. Nos fastidia por la gente porque nuestra afición siempre responde y más que lo haría en un día así. Ojalá la situación cambie, pero es una pena que nos toque vivir un hecho histórico en un año así aunque no vale la pena lamentarse. La situación es la que es y disfrutaremos hasta donde se nos permita. Me quedo con que esta clasificación ha sido una alegría para mucha gente y, por lo menos en estos tiempos, que tengan una buena noticia es algo que está muy bien.
– Y anticipándonos un poco a todo ello, ¿pero qué se le puede decir a un equipo de Tercera División antes de saltar al campo para medirse a un rival de Primera División?
– Sobre todo disfrutar de la oportunidad. Es algo en lo que nosotros insistimos para esta eliminatoria y el mensaje va a ser igual que en el vestuario de Miengo. Será un partido especial, pero un partido de fútbol. La obligación de ganar que teníamos en Miengo no la vamos a tener ese día, y pase lo que pase, nadie te va a reprochar nada si salimos a dar nuestro máximo.
“Estos cuatros años han sido una montaña rusa”
– Dicen que en el fútbol cualquier sueño empieza por creerse que puede ser posible.
– Por eso no quiero que nos toque el Celta. Si tengo alguna posibilidad de eliminar a un primera no quiero que sea a un gallego. Alguna opción tendremos seguro, el fútbol está lleno de accidentes e ilusiones a las que te puedes agarrar pese a todo lo que diga a lógica. Esto es un juego y un deporte, pero sin olvidarnos nunca de que intentaremos ponérselo difícil a cualquiera.
– Después de una emoción tan fuerte, toca despertar para empezar a pensar en la realidad de la liga.
– Es complicada la situación. Me gusta gestionar las emociones del grupo y estos días va a ser complicado. Se habló muchísimo de este partido en Miengo y el lunes se va a volver a hablar del partido que nos toque. Es difícil de gestionar, por nuevo y por extraordinario, pero la realidad es que tenemos un partido muy importante el domingo en Cangas y toca volver a la realidad.
– Usted, en sus cuatro años en el Ribadumia, tendría para escribir un libro describiendo sensaciones enfrentadas y de todo tipo.
–Estos cuatro años han sido como una montaña rusa y casi que me gusta. Soy de los que creo que para mejorar y para crecer tienes que vivir de todo y en este equipo ya vivimos de todo. Tengo claro que muchas veces el trabajo no tiene recompensa. No siempre el trabajo garantiza la recompensa, pero en esta ocasión sí. Siempre me dicen que debo disfrutar del camino, es verdad y reconozco que me cuesta disfrutar del camino. Sin embargo, estos dos días que pasamos fuera me sirvieron para darme cuenta de lo importante que es disfrutar de los momentos que te da el fútbol. De todos los momentos importantes los va a haber buenos y malos y lo normal es que siempre pierdas más que ganes. Eso es algo que tenemos que tener claro todos, por eso reconforta más poder vivir una situación así.
– ¿Qué página queda por escribir todavía en el Ribadumia?
– Me gustaría la permanencia este año. Es el último año de la directiva. Entré con ellos en el club y como agradecimiento a la oportunidad que me dieron y la confianza que siempre me mostraron, incluso tras el descenso, voy a darlo todo para dejar al equipo en Tercera División.
