No resultó sencillo, pero el Ribadumia ya puede soñar con qué equipo de Primera División le va a tocar para la próxima eliminatoria de la Copa del Rey. Luis Carro y sus hombres han conseguido hacer historia para este club modesto de la comarca de O Salnés que se impuso por la mínima al Miengo cántabro con un tanto de Diego Abal en la segunda mitad. Los aurinegros (ayer de blanco) fueron los claros dominadores del encuentro, sobre todo en la primera mitad, en la que llegaron a tener una decena de saques de esquina y que tan solo pasó apuros en el tramo final del partido, cuando los locales se lanzaron a la desesperada a por la igualada.

Mucho más rodado y de superior categoría que el Miengo, que milita en la Regional Preferente, el Ribadumia salió mandando en el encuentro, llegando a encerrar en su campo al rival.

La sensación de peligro siempre rondaba la portería de Bilo, sobre todo en una jugada de Fran Fandiño que acabó con el atacante visitante por los suelos dentro del área sin que el árbitro decretase penalti.

Los aurinegros tocaban y tocaban en un dominio territorial estéril en la definición ante un rival que apenas conseguía salir de su campo en algún contragolpe, solventado de forma acertada por la defensa visitante. La primera ocasión clara llegaría en el minuto 24, en una jugada desde la segunda línea de Cheri que se plantó solo ante Bilo. El centrocampista ribadumiense no perfiló bien su disparo y lo acabó estrellando contra el portero Bilo. A la media hora de juego, un envío en largo fue peinado por Charles y el balón le llegó a Fran Fandiño que no supo ajustar su disparo, que acabó estrellándose en el exterior de la red.

Parecía que el tanto era cuestión de tiempo por la superioridad visitante, pero ni una volea de Moncho, desviada por un contrario, ni la decena de saques de esquina que tuvo el Ribadumia sirvieron para lograrlo. Es más, el Miengo estuvo cerca de dar la sorpresa en el minuto 39, en un centro de Manu Busto que desvió Santi cuando Muni se disponía a rematar. La respuesta del Ribadumia llegó en el 43 con una doble ocasión en la que se lució Bilo, al desviar un disparo lejano. El rechace lo recogió Hugo Soto, pero su disparo lo sacó un defensa bajo palos.

En el inicio de la segunda mitad, el encuentro transcurría por los mimos derroteros hasta que Muni le hizo una entrada brutal a Dieguito que le costó la roja directa. Con uno menos en el campo, el Miengo se refugió todavía más en torno a la meta de Bilo y se dedicó a parar el ritmo del encuentro. No bajó el dominio, pero si las ocasiones visitantes, que se quedaron en un penalti a Fran Fandiño no pitado por el árbitro y en varias acciones embarulladas que morían en la pierna de un defensa local. Pero el gol llegó. Lo hizo en el saque de una falta lateral, ejecutado por Diego Abal, que nadie acertó a tocar, por lo que el balón cruzó la portería de Bilo. Tocaba aguantar y Luis Carro refrescó el equipo para resistir los últimos minutos ante un Miengo que comenzó a salir de la cueva y que tuvo el empate en el descuento, en una falta similar a la del gol del Ribadumia que acabó en el larguero.

Carro: “Creo que hemos sido justos vencedores”

Al frente del grupo que ha conseguido hacer historia para el Ribadumia, Luis Carro se mostraba ayer muy feliz por la victoria, un triunfo que dedicaba a toda la afición del equipo que “de no ser por esta situación, nos hubiese acompañado en masa a esta aventura”. El técnico aurinegro apuntaba al término del partido que “creo que hemos sido justos vencedores; estuvimos bien durante todo el partido, pero no ha sido nada fácil”. La clave del partido para el técnico aurinegro estuvo en que “el Ribadumia supo imponer su ritmo de juego”. Entre los primeros en felicitar al técnico por el logro obtenido estuvieron el presidente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, y el alcalde de Ribadumia, David Castro.