Con menos de 24 horas de resuello tras la disputa de la Volta a Portugal, Gustavo César Veloso y Ángel Sánchez Rebollido hacen balance de lo sucedido sobre las carreteras lusas. La falta de suerte es quizá el denominador común en ambos casos, aunque no sea óbice en ningún caso para unas satisfactorias valoraciones del trabajo realizado sobre la bicicleta.
En el caso del vilagarciano, firmó su sexto podio en los últimos ochos años en Lisboa. Nuevamente fueron muy escasos los segundos que le privaron del título de la Grandissima y, nuevamente, en favor de un compañero de equipo en el W52-FC Porto. Reconoce en esta línea que "las circunstancias de carrera se dieron así. En Senhora da Graça yo iba por detrás con piernas suficientes para reducir la escapada, pero es que en ella iba un compañero de equipo y yo soy de los que nunca voy a perjudicar los intereses de un compañero ni los del equipo. No es ético".
Ganador de la prólogo y la crono definitiva, Veloso también se mostró poderoso en la montaña. Tiene claro que "sé que hice muy bien mi trabajo. Aguanté en las etapas más duras con muy buenas sensaciones y saqué ventaja en las cronos. Terminé la Volta con la conciencia muy tranquila y con el respeto y los deseos de muchos en el pelotón de que yo ganase la carrera. Incluso Figueiredo estaba contento tras la última crono de que fuese yo el que le quitó la segunda posición".
Después de una temporada muy complicada en cuanto a planificación y fortaleza mental, el vilagarciano tiene claro que va a seguir un año más en el pelotón, "quiero despedirme de otra manera, pero sobre todo disfrutando del ciclismo que viví toda mi vida, con gente en las carreteras y en unas condiciones normales. La idea es disfrutar de mi último año y ese es el único objetivo que me marco, sea en el club que sea".
Los aplazamientos de la Volta a Portugal también generaron un desgaste físico y mental que endureció muchísimo más esta temporada. Veloso da un dato al respecto: "tuve hasta 40 días de concentración para entrenar cuando en un año normal solo tengo 27 días. Tuvimos que ir improvisando sobre fechas que no eran definitivas y eso lo hizo todo mucho más difícil".
También tuvo palabras de elogio para el trabajo realizado por Ángel Sánchez Rebollido en las filas del Miranda-Mortagua, "tiene que estar contento por lo que hizo en su primera Volta. No solo la completó sino que además tuvo que hacerlo con mucha mala suerte después de una caída en la prólogo que le hizo correr muy incómodo. Tuvo que pasar varios días que lo pasó mal y eso afecta psicológicamente. Aún así dejó destellos de calidad y la pena fue que la Volta no le llegase unas semanas antes que estaba mucho mejor de forma, pero va a aprender mucho de esta primera vez".
El propio corredor cambadés también se lamenta de los reveses sufridos, "un error en la llegada de la prólogo me llevó a una caída y al día siguiente también me caí. Tenía molestias en la rodilla derecha y además me tocó trabajar mucho para el equipo al verme descolgado de la general y eso terminó pasándome factura".
Las sensaciones después de esta Volta le llevan a pensar en que "estaba capacitado para hacer una mejor carrera, pero no tuve la suerte necesaria. Al final acabé sufriendo para llegar a Lisboa y completarla, pero siendo consciente de que el próximo año el objetivo es volver y hacerlo mucho mejor. El próximo año será otro enfoque y esto ha sido un aprendizaje".
Reconoce también Sánchez Rebollido que "estoy saturado mentalmente ahora mismo. Con los aplazamientos todo se hizo demasiado largo y casi prefiero no tener que correr más esta temporada. De todas formas, lo bueno de todo es que se pudo disputar la Volta a Portugal y eso es muy positivo para el ciclismo portugués en un año tan complicado".
Al igual que Gustavo César Veloso, todavía no sabe en qué equipo correrá el próximo año, "creo que me quieren renovar, pero aún no está nada hablado". Precisamente también tuvo palabras para valorar la Volta realizada por el vilagarciano: "Recuperó la confianza en ganar la Volta que había perdido durante un par de años. Es muy consciente que puede lograr el amarillo en Lisboa y lo demostró. Nadie le quitó diferencias en alto y demostró ser el más rápido. Era el corredor más fuerte de todos y fue una pena que la última crono fuese tan corta porque apenas pudo sacar diferencias que le darían el triunfo final".
