A tan solo un mes del inicio de la próxima campaña liguera, todavía son muchas las incógnitas que se mantienen sobre cómo se va a desarrollar la competición. Entre ellas destaca la incógnita de si se va a poder contar con público en las gradas o no, un tema que estuvo presente en la reunión telemática que mantuvieron los clubes de la Tercera División con el presidente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán. La preocupación no es una cuestión baladí, como reconoce el presidente del Arosa, Manuel Abalo, al afirmar que, sin público, "nosotros vamos a tener muchos problemas, porque vivimos de la aportación que realizan los socios, y si no se hacen carnés, no podríamos ni empezar".
En principio, una de las cuestiones que se habló en la reunión es que en espectáculos al aire libre como el fútbol, podría acceder al interior del estadio un máximo de 1.000 personas, con las consiguientes medidas de seguridad fijadas por las autoridades sanitarias. Abalo entiende que esa cifra sería suficiente, siempre y cuando no se tratase de un partido importante, donde en "A Lomba meteríamos muchos más". Es por ello que el presidente es partidario de hablar más de "porcentaje de ocupación, con sillas separadas y otras medidas; eso sería algo más acorde para los intereses de los clubes, sobre todo, los de 2ªB". Abalo no dudó en ensalzar el trabajo que está haciendo la Federación para solventar este y otros problemas que van surgiendo a medida que se acerca el inicio del campeonato.
A Lomba es un campo de titularidad municipal, por lo que toda decisión que se adopte con respecto a la entrada de público, debe ser autorizada por el Concello. En ese sentido, club y administración municipal ya se han sentado y mantenido varias conversaciones al respecto. Desde el Concello entienden que para los clubes, como es el caso del Arosa, el público resulta fundamental, pero insisten en la necesidad de priorizar la seguridad y la salud de las personas. En caso de que se pueda, finalmente, jugar con público en las gradas, la Fundación está dispuesta a buscar fórmulas que garanticen la seguridad, tanto de los asistentes como del personal municipal que esté presente. De hecho, se llegó a hablar, como opción, de redistribuir los asientos por las diferentes gradas, toma de temperatura a la entrada o desinfección de manos y pies, con un protocolo claro de cómo actuar. De todas formas, la última decisión dependerá de las autoridades sanitarias.
