Jugadores, directiva, concejales y un puñado de seguidores. En total, un centenar de personas celebraron ayer el regreso del Ribadumia a la Tercera División, una fiesta muy diferente a lo que ocurriría en condiciones normales y a tan solo unas decenas de metros del campo que debía acogerlas. Sin embargo, la aparición del coronavirus no ha permitido excesos y el acto celebrado ayer en el Auditorio de Ribadumia contó con el número máximo de personas que se permite en un espacio como este, garantizando las medidas de protección y distanciamiento social.
Antonio Serantes, presidente del Ribadumia, agradecía el detalle al Concello y "aunque no es la celebración soñada por todos, las circunstancias han querido que sea así". Serantes, su directiva, el cuerpo técnico y los jugadores celebraron después una comida de celebración para recordar una temporada histórica para el club.
No en vano, los aurinegros regresan a la Tercera División tan solo un año después de haberla perdido. El club decidió mantener la confianza en el joven técnico Luis Carro y en un grupo de jugadores que se concienció en la necesidad de volver a una categoría en la que el Ribadumia militará por segunda vez en su historia.
"Somos un club humilde, que hemos conseguido algo que está al alcance de muy pocos, regresar a una categoría nacional tan solo un año después de bajar", explicaba ayer Serantes.
Los aurinegros tuvieron un inicio un tanto titubeante esta campaña. El cambio de categoría se notó, pero no tardaron los hombres de Luis Carro en adaptarse a las exigencias de la Preferente. El punto de inflexión estuvo en la jornada 9, tras una dolorosa derrota ante el Atlético Arnoia en casa, una derrota en el que el Ribadumia había sido muy superior a su rival, recibiendo un gran castigo. Pese a ese golpe, los aurinegros no se derrumbaron, y a partir de ese momento el equipo de Luis Carro comenzó una remontada espectacular, con 17 jornadas sin perder, resultados que le catapultaron hasta la primera posición de la tabla. Fue en ese puesto donde les sorprendió el parón provocado por el coronavirus, con la sensación de que el equipo caminaba con paso firme hacia la Tercera División. Ese objetivo final se haría realidad tras la decisión de dar luz verde a los ascensos, decisión tomada por la Real Federación Española de Fútbol y respaldada por la gallega.
