| El río Umia se convirtió ayer en escenario de la primera competición deportiva una vez superada la fase más estricta del confinamiento a causa de la covid-19. El club de pesca Ontemoamar, con sede en Pontevedra, reunió al máximo permitido de diez participantes para la primera de las tres jornadas previstas en su calendario de competición. Con un máximo permitido de cinco capturas por pescador, la prueba se desarrolló en el coto de pesca sito en Pontearnelas. Manuel López González, presidente del club organizador, celebró el hecho de poder llevar a cabo una cita que ya había sido solicitada en el mes de noviembre y que supone "volver a practicar algo que llevamos haciendo toda la vida y que lo echábamos muchísimo de menos".