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Piragüismo

La flota arousana regresa al agua sin un objetivo competitivo en el horizonte

La Federación Española ha anulado todas las pruebas hasta el próximo 27 de junio

Marías Pérez, entrenando ayer en las aguas del río Umia. // Iñaki Abella

La normalidad que permite todavía el estado de alarma ha regresado al deporte profesional, que afronta la vuelta a los entrenamientos sin un horizonte competitivo definido a la espera de lo que pueda ocurrir con el coronavirus. En esa situación se encuentra el piragüismo arousano, con una gran pléyade de internacionales que, este año, no podrán desplazarse a competir fuera de las fronteras españolas, tras anular la Federación Internacional todas las pruebas.

De ello son conscientes la joven promesa María Pérez, del Náutico O Muiño de Ribadumia, y todo un veterano como Tono Campos, que ayer dieron sus primeras remadas después de más de 50 días confinados en sus casas. El grovense, toda una institución a nivel mundial en la canoa, volvió a experimentar sensaciones sobre la piragua ayer cuando apenas había salido el sol. Eran las 7.00 horas cuando ya se encontraba remando para completar un recorrido de 10,5 kilómetros, reconociendo que "durante los primeros minutos, la sensación fue muy rara, me notaba como un poco patoso, pero la memoria que tiene el cuerpo y el cerebro pronto consiguieron que me centrase y realizar el primer entrenamiento de una hora de duración".

Por primera vez desde el año 2003, cuando debutó en una competición internacional, Tono Campos no hará las maletas para pelear por el oro en las pruebas de Maratón. Entrenar sin ese reto por delante es algo que Campos asume como "complicado, pero somos conscientes de que tenemos que meternos en faena y comenzar a pensar en la temporada que viene, porque en esta apenas se podrá competir por títulos autónomos o nacionales".

Situación similar afronta la cambadesa María Pérez , integrante de la selección española de canoa femenina en Sevilla. La joven volvió a experimentar sensaciones sobre las aguas del río Umia sobre las 13.00 horas de ayer y "la verdad es que fueron un poco raras después de tanto tiempo sin probar la canoa". Durante estos meses de confinamiento contó con un ergómetro que le cedió su club, pero "no es lo mismo, sirve parea mantenerte en forma y para no perder contacto con la remada, pero las sensaciones son totalmente diferentes". Durante estos 50 días, la joven ha estado controlada por sus técnicos de la Federación Española de forma telemática, realizando el plan semanal de ejercicios que le marcaban. Al formar parte de uno de los grupos de seleccionados nacionales, la Federación realizará un test serológico a la joven cambadesa para conocer el grado de protección frente al SARS-CoV-2. A la espera de conocer la disponibilidad de los canales y recintos, la palista del Náutico O Muiño no va a hacer uso de hangares ni vestuarios, además de mantener la distancia de 10 metros con otros compañeros cuando se encuentre en el agua. Al igual que Campos, Pérez reconoce que "entrenar sin un objetivo concreto requiere mucha fuerza de voluntad, pero el objetivo es mantener la forma para preparar la próxima temporada".

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