Las ganas de hacer deporte y las posibilidades de internet parece que son capaces de superar hasta un confinamiento tan estricto como el actual. Así lo están demostrando en el CLB, estructura de cantera de baloncesto en Vilagarcía y que está consiguiendo que cerca de 400 niños puedan seguir entrenando desde sus casas como si lo estuvieran haciendo juntos.

La parcela física es en la que centra la mayor parte de las sesiones por una cuestión meramente logística. En este sentido es el preparador Georgbaiss Vega el que pauta las sesiones como responsable en esta materia de todos los equipos base de la entidad. "A través de la aplicación Zoom podemos interactuar con hasta 100 personas a la vez. Eso nos abre muchas posibilidades porque los jugadores nos ven mostrarles la tarea, pero nosotros también podemos ver como la están desarrollando y realizar las correcciones al momento".

Fue al término de la pasada semana cuando la experiencia comenzó a tomar forma. "Necesitamos un pequeño periodo de pruebas, sobre todo para instalar una cámara y que técnicamente todo fluyese. Hicimos una prueba el viernes pasado y la verdad es que salió muy bien y los objetivos que se perseguían con la sesión se cumplieron sobradamente", apunta el preparador.

La idea de esta sesión interactiva fue planteada por Manuel Santos. Juan Espiñeira, director deportivo de la entidad, animó posteriormente a los entrenadores a hacer uso de la misma y el resultado está siendo una altísima implicación de los niños que demuestran así sus ganas de entrenar y de divertirse.

"La respuesta está siendo muy buena. Los equipos al completo se ponen delante de su portátil o de su teléfono y van realizando las rutinas. Suelen ser de un máximo de 40 minutos y además al final de cada sesión ponemos un reto adaptado a las edades de los equipos para también trabajar el componente lúdico", señala Georgbaiss Vega.

La exigencia del trabajo también se aplica en base a unas pautas lógicas. En la categoría júnior es donde más énfasis se está haciendo en la intensidad de cada entrenamiento, "son equipos con más acento competitivo y ellos mismos saben que necesitan de un buen trabajo para mantener, como mínimo, el tono que tenían antes del confinamiento. La verdad es que te encuentras que no solo hacen lo que se les manda, sino que también te piden consejos o la posibilidad de hacer más ejercicios en función del material que van teniendo en sus casas".

El alto número de sesiones que se desarrollan a lo largo de cada semana también implica un alto volumen de trabajo tanto en el diseño de las tareas como en su ejecución. En este sentido, el hecho de que tres entrenadores del club estén compartiendo piso ayuda a llevar mejor las pautas marcadas. Y es que además del preparador físico, Adrián Giménez y Diego García, también son parte fundamental en el desarrollo de una iniciativa que está calando dentro del club.

La utilización del ingenio es otra de las cuestiones que se trabajan en este tipo de sesiones. "Obligamos a que busquen alternativas dentro de lo que tienen en casa para poder hacer determinados trabajos. A veces con el palo de una escoba es suficiente para hacer un ejercicio, botellas de agua o incluso un par de calcetines para poder hacer cosas de coordinación. Tenemos claro que no estamos en las mismas circunstancias que en un gimnasio, pero con ganas de hacer las cosas y simplificando los materiales también se pueden hacer buenos entrenamientos".

Uno de los retos que se han puesto desde el club, especialmente para los más pequeños, es la realización de pequeños vídeos en los que tienen que mostrar determinadas habilidades a la par que ser originales en la secuencia. Canastas de todo tipo en aros de toda condición, aderezados en muchos casos con música o efectos visuales, son algunas de las acciones que más se observan en las redes sociales del club naranja. "Es una manera más de pasárselo bien. Además también implicas en muchos casos a las familias y entendemos que también es una manera de pasar un buen rato ahora que es más difícil poder divertirse".