Jorge Sáez Carrillo (Madrid, 1990) llegó al Arosa procedente del Bergantiños con el objetivo de disputar por cuarto año consecutivo el play-off de ascenso a Segunda B. Todo iba bien encaminado hasta que el estado de alarma por el coronavirus dejó todo en un segundo término. Él, como madrileño que es, reconoce una presión añadida por el hecho de estar lejos de los suyos, pero apela a la esperanza y a la disciplina para superarlo todo.

- Más de una semana después, ¿cómo está de fuerzas para pasar esta situación?

- Creo que bien, al menos lo intentas. Estar fuerte mentalmente es la clave. Luego trabajar una hora u hora y cuarto físicamente para mantener lo mejor posible el vínculo con el fútbol. También me afano en retomar hábitos como la lectura, que la he cogido con ganas. Se trata de encontrar posibilidades de emplear el tiempo lo mejor posible dentro de una situación extraña en todos los sentidos.

- Usted es madrileño y toda su familia está allí. A priori, parece un estrés añadido.

- Conozco como son mis padres y no me van a contar al dedillo lo que está pasando. Entiendo que todo está bien, no entramos en detalles porque no quieren preocuparme en exceso. Casi toda mi familia está en el pueblo y es un alivio estar alejado del foco de la ciudad, aunque ahora estamos viendo como el contagio ya estaba desde días atrás. Hay que intentar que vayan pasando los días y cumplir a rajatabla. Con mi madre hablo casi todos los días, nos divertimos por el whatsapp. También aprovecho para llamar a mis amigos del Rayo, Getafe, Burgos, Avilés, Bergantiños... Te echas una videollamada y unas risas. Toca disfrutar los momentos y hacer caso a las autoridades respecto a los cambios, pero creo que el gobierno va tarde y mal y creo que nos tocará llegar a un confinamiento aún más estricto.

- Con todo lo que le está llegando, ¿cuál es su valoración de la situación?

- Quizás a raíz de este fin de semana, lo veo todo más tranquilo. Los primeros días era una locura. En Vilagarcía, vivo en el centro, todas las mañanas había un tráfico de gente grandísimo, pero veo que la gente está tomándoselo en serio y ahora hay muy poca gente por la calle. Estamos concienciados, pero por la parte que me toca hay madrileños que se han equivocado y madrileños de adopción que se han vuelto con sus familias y eso es un error. El mes de abril creo que todavía nos va a tocar entero de confinamiento.

- De tiempos de dificultad se suelen extraer muchas lecciones en lo social. ¿Qué se puede sacar en positivo de toda esta situación?

- En España somos una sociedad, en un alto porcentaje, egoísta. La vida al final tiene mucho que ver con el fútbol. La vida es un trabajo en equipo también y para dar pasos hacia adelante hay que ir juntos y coordinados. En estos casos, nos toca ser un equipo unido. Debemos darnos cuenta de que necesitamos a los demás y ojalá mejoremos todos como personas. Que le demos el valor que tienen la vida y la salud porque son cosas que tienen que estar por encima de todo, igual que la familia. Todo esto nos enseñará a valorar más lo que tenemos y a los que queremos. Es una de las cosas que tenemos que sacar en limpio.

- Además de la distancia respecto a los suyos, ¿hay algo que le esté costando especialmente?

- Quizás lo único que te importa, no solo a mí, es saber la situación de todo esto y que pase lo antes posible. La incertidumbre es algo difícil de controlar, pero no queda otra que confiar en las pautas que nos marcan. Esta semana dicen que vamos a pasar el pico mayor, solo toca esperar a que todo se termine de controlar y empecemos a disminuir los contagios hasta eliminarlos del todo. Te preocupa sobre todo el minuto a minuto porque todo gira en torno al coronavirus. La cabeza trabaja 24 horas, no la puedes desconectar de la realidad. También le das vueltas al fútbol y a saber qué va a pasar, pero es una situación tan hipotética que apenas puedes más que soñar en que todo se termine.

- Mantener la condición física durante un mes sin entrenar como grupo y sin competir parece misión imposible.

- Es obvio que será imposible mantener el nivel. Se trata de mantenerte un poco dentro de las posibilidades de cada uno, sobre todo de espacio y de material. Ahora vamos a ver qué deciden los que mandan en el fútbol y a ver cómo lo solucionan. El objetivo está ahora en lo físico y se trata de hacer trabajo de core, activación y un poco rutina de prevención de lesiones en base al material que tienes. También hay rutinas sin material. Si te pilla entre cuatro paredes sin espacio se lleva mucho peor, pero la verdad es que nuestro preparador físico en el Arosa, Miguel Fontán, es muy buen profesional y nos ayuda mucho y está muy preocupado porque todo se haga como se debe.