Sandra Estrada ha visto en los últimos días como la puerta al sueño de ser olímpica se le ha entreabierto en su horizonte. La entrenadora del Vilarousa, integrante del selecto grupo de 81 jueces internacionales de gimnasia rítmica en todo el mundo, se ha encontrado de bruces con una oportunidad que no esperaba, pero que la sitúa en la rampa de lanzamiento hacia Tokyo 2020.

La próxima semana se celebra en Egipto el Campeonato de África de esta especialidad, una cita que cobra un significado muy especial en esta ocasión debido a que el Comité Olímpico Internacional ha concedido una invitación a los próximos Juegos Olímpicos para el representante africano. Ahí es donde entra en acción la entrenadora y jueza asturiana asentada en Vilagarcía puesto que uno de los requisitos que el COI exige al país clasificado es el de contar con un juez o jueza internacional y la suerte ha llamado a la puerta de Sandra Estrada tras toda una vida dedicada a la gimnasia rítmica en prácticamente todas sus facetas.

"¿Quién me iba a decir a mí que puedo representar a Marruecos en unos Juegos Olímpicos?", exclama la entrenadora del Vilarousa. Y así es gracias a un cúmulo de azarosas circunstancias y a la escasez de titulaciones como juez internacional actualmente en todo el planeta. Añade Sandra Estrada que "esto ha sido una lotería porque la juez que iba a ir dio a luz antes de tiempo. Hablaron con otra compañera mía que vive en Luxemburgo que tampoco podía ir por compromiso con otra competición. Yo tenía Copa del Mundo en Lisboa, pero como esta es una competición de más rango, me han cambiado sin problema".

Tampoco pasa por alto la jueza que "el hecho de que hayan coincidido la próxima semana varias competiciones internacionales a la vez también ha abierto el abanico en cuanto a demanda de jueces internacionales y por ahí ha llegado una opción de ser olímpica que no es fácil conseguir ni siquiera como jueza".

Convertir en realidad su ilusión pasa ineludiblemente por la victoria continental africana de las representantes marroquíes, una de ellas española con doble nacionalidad. En este sentido, Sandra Estrada apunta que "son pocos los países que en África practican la gimnasia rítmica. Marruecos es uno de ellos, pero tienen un nivel que no le permite clasificarse para los Mundiales. En el caso de los Juegos Olímpicos la única opción pasa por una invitación del COI porque en África sí son una selección puntera".

Cuestión aparte ha supuesto las dificultades derivadas del viaje en tiempo de restricciones de todo tipo a causa del coronavirus. "Me ofrecieron un billete con escala en Milán y les dije que ni de coña. Que si no había vuelo directo de Madrid a El Cairo no viajaría", apunta la entrenadora del Vilarousa quien además recuerda que "tuve muchos problemas con el visado. Hemos tenido que tramitar todo en unos días, con certificado médico e historial de enfermedades y vacunas incluido. Egipto no es por ahora una zona peligrosa en cuanto a propagación del coronavirus, pero ahora mismo no te lo ponen fácil para viajar a ningún sitio".

A ello hay que añadir cuestiones relacionadas con la seguridad en el país egipcio, a lo que cabe añadir su condición de mujer en un país árabe. "Me han dado desde la propia Federación de Marruecos una serie de pautas a seguir. La verdad es que no te lo pintan nada bonito, pero es una oportunidad que debo aprovechar. Si es por mis hijas no me decidiría porque una quiere que vaya a toda costa y la pequeña que no (risas)", señala en medio de un sueño.