El estado de la instalación que utiliza el Depornautic en la zona portuaria de Vilagarcía se ha convertido en foco de atención de todo el piragüismo gallego. La rotura de su maltrecho tejado en la madrugada del pasado lunes ha vuelto a dejar en evidencia las dificultades por las que atraviesa un club que continúa a la espera de poder hacer efectivo un cambio de instalación a una nave en mejores condiciones.

Alfredo Bea, presidente de la Federación Gallega, calificó de "vergüenza" no solo lo sucedido con el devastado hangar del Depornautic, sino también con el olvido de las administraciones en materia de atención al deporte e instalaciones.

La realidad del Depornautic descubre a un club que lucha contra todos los elementos debido a las dificultades para desarrollar su deporte en unas condiciones similares a las de cualquier otra entidad en Vilagarcía. Cabe destacar que la directiva encabezada por David Baños está pagando mensualmente por el alquiler de la nave que actualmente está usando y que está en condiciones que rozan la insalubridad. Allí es donde guardan su material de entrenamiento y de competición y allí es también donde se ha volado buena parte de la cubierta.

La solución a su caso está ahora en manos de las administraciones, concretamente Autoridad Portuaria y Concello de Vilagarcía. En este sentido, Argimiro Serén, concejal de Deportes, reconoce que "ha habido conversaciones con la Autoridad Portuaria, que es la que debe ceder la nave. Nuestro compromiso desde la Fundación de Deportes es el de ayudarle a adecentarla en la medida de lo posible".

Además de reconocer la evidente demora de una iniciativa a la cual se habían comprometido todas las partes, Serén Mera deja claro que "hablamos de una nave que no es propiedad municipal. Lo último que hemos sabido al respecto es que la Autoridad Portuaria tenía que resolver un problema urbanístico para que el club pudiese trasladarse a una nave contigua al Centro Galego de Vela".

El hecho de ser el único club de Vilagarcía que tiene que pagar actualmente por disponer de un lugar para realizar sus entrenamientos, está obligando a Depornautic a ir al límite de sus posibilidades. La exigencia económica está lastrando las posibilidades de un club que dispone de menos partida económica para mejorar su material, además de las lógicas incomodidades de tener que disponer de un local que, además de viejo, se ha quedado a la intemperie.